| domingo, 22 de febrero de 2004 | La oposición haitiana insiste en que Aristide debe renunciar El jaqueado presidente aceptó un plan internacional que recorta sus poderes para salir de la crisis Puerto Príncipe. - El presidente de Haití Jean Bertrand Aristide aceptó ayer un plan de paz internacional que respeta su mandato aunque recorta sus poderes pero la oposición rechazó de plano la iniciativa y sólo admite la dimisión del gobernante. "Acepto el plan pública y totalmente en una palabra, sí", dijo Aristide en el Palacio Presidencial recibir con una delegación internacional encabezada por el secretario de Estado adjunto de EEUU para América latina, Roger Noriega, llegada para presionar la aceptación del plan. "Hemos dado nuestra respuesta por escrito", precisó Aristide, jaqueado por una rebelión armada y demandas de la oposición que exigen su renuncia.
El plan de paz, diseñado por EEUU, Canadá, Francia, la OEA y la Comunidad del Caribe (Caricom), contempla una repartición de poderes, con el nombramiento de un nuevo primer ministro, neutral e independiente. También respeta el mandato de Aristide que debe concluir en febrero de 2006, algo que la oposición se niega a admitir.
Aristide es "la fuente del problema y la población debe continuar movilizándose pacíficamente para lograr su retiro", dijo ayer el líder opositor André Apaid. "Aristide es el responsable directo de la violencia en Haití porque ha distribuido armas, creado bandas armadas para aterrorizar a la población, intimidar a los partidos políticos y acallar cualquier oposición", agregó Apaid, líder del Grupo de los 184 que agrupa a la sociedad civil y el empresariado.
Otra agrupación opositora, la Convergencia Democrática, que reúne a fuerzas políticas, también remarcó que la salida a la crisis implica que Aristide abandone el poder. "La única solución a la crisis es la partida de Jean Bertrand Aristide", declaró el socialista Micha Gaillard, vocero de la CD a una emisora. La solución a la crisis en Haití debe "tener en cuenta la posición de los rebeldes, del partido Lavalas y de la oposición", insistió.
La misión internacional llegó ayer dispuesta a presionar a Aristide y a la oposición a aceptar, a más tardar mañana, ese plan que busca poner fin a la violencia política que ha cobrado mas de medio centenar de muertos en dos semanas. "Lo que queremos asegurarnos es dejar en claro que estamos enviando un mensaje firme, de emergencia y unidad de la comunidad internacional", dijo el ministro canadiense de Francofonía, Denis Coderre, miembro de esa delegación.
El plan de paz contempla una repartición de poderes, con el nombramiento de un nuevo primer ministro, neutral e independiente respeta culmine su mandato en 2006 aunque con un poder reducido. La iniciativa no mencionaba tampoco a los rebeldes que controlan Gonaives y que para EEUU son unos "bandidos". (AFP) enviar nota por e-mail | | |