| domingo, 22 de febrero de 2004 | Los republicanos presionan a Schwarzenegger El gobernador de California pidió a la fiscalía que tome medidas inmediatas para suspender las bodas San Francisco. - El gobernador republicano de California, Arnold Schwarzenegger, y el joven alcalde demócrata de San Francisco, Gavis Newsom, protagonizan una pulseada en torno a los matrimonios de homosexuales que la alcaldía viene celebrando desde hace varias semanas. Mientras los canales de televisión estadounidenses difunden imágenes de felices homosexuales recién casados de las más de 3.000 parejas que ya se unieron en San Francisco, Schwarzenegger recibe las presiones de su partido para intervenir en este debate a unos ocho meses de las elecciones presidenciales.
El ex astro de Hollywood ordenó el viernes a su ministro de Justicia tomar las medidas necesarias para poner fin a la celebración de estos matrimonios al estimar que representan "un riesgo inminente para la paz civil".
La reacción del gobernador se produce unas horas después de que un juez de San Francisco, por segunda vez en la semana, rechazó prohibir la unión entre personas del mismo sexo ante la demanda en tal sentido presentada por una organización familiar conservadora. Schwarzenegger, que sostiene por lo general posiciones de tolerancia sobre este tipo de cuestiones, subrayó la ilegalidad de la decisión del alcalde de San Francisco porque el derecho californiano define el matrimonio como la "unión entre un hombre y una mujer".
Por su parte la alcaldía presentó una demanda el jueves contra el Estado de California para que el tribunal afirme "de forma inequívoca" que la ley estatal que prohíbe el matrimonio entre homosexuales es inconstitucional, según sostuvo su responsable jurídico, Dennis Herrera. Esta demanda implicaría que la batalla jurídica llegue hasta la Corte Suprema de California, algo que perseguiría la alcaldía desde que comenzó a celebrar los matrimonios entre homosexuales el 12 de febrero pasado.
El ministro californiano de Justicia, el demócrata Bill Lockyer, explicó que en lo personal no puede "sostener políticas que acuerdan derechos y responsabilidades más reducidas a las parejas homosexuales que las que se garantizan a las parejas heterosexuales". Pero aclaró que su papel es defender la ley: "El pueblo de California se ha expresado. El derecho del Estado prohíbe el matrimonio homosexual".
Un sondeo publicado por el Instituto de Políticas Públicas de California muestra que el 44% de los californianos apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que representa un aumento de 6 puntos respecto a un sondeo similar realizado en 2000. Un 50% de los 2.000 consultados rechaza tal posibilidad.
En tanto un muestreo señala que en el resto de EEUU un 60% de los estadounidenses se oponen al matrimonio entre homosexuales. (AFP) enviar nota por e-mail | | |