Nina: "Sólo me voy si me lo pide Kirchner"

La mujer de Juárez dijo que seguirá gobernando Santiago del Estero, salvo que el presidente se oponga

La gobernadora de Santiago del Estero, Mercedes Marina Aragonés, no tiene pensado renunciar a la Gobernación pero aceptaría dejar su lugar si el presidente Néstor Kirchner se lo pide. Como justificación, dijo que en su territorio se instaló una campaña para "sembrar intranquilidad" y se organizó una movimiento "netamente político" para que dé un paso al costado.

Ayer Nina -como se la conoce en Santiago- explicó por radio y televisión que pese a no ser "afecta a las exposiciones públicas" consideró "una obligación" hablarle a su pueblo para anunciar que el gobierno que preside "fue y seguirá siendo fiel al mando que le confirió el voto popular, con el 72%, a través de una elección ejemplar".

"Jamás me he apartado ni me apartaré del rumbo trazado, siempre en búsqueda del adelanto y de la grandeza de mi patria chica. Trato de seguir el ejemplo de los cinco gobiernos que presidió mi esposo, Carlos Juárez; por ello es que el pueblo confía en nosotros", dijo con voz firme.

Luego se dedicó a atacar "los rumores de los fabuladores, la infame y mezquina campaña para sembrar desazón, confusión, intranquilidad en los espíritus", que de todos modos -estimó- "no han de conseguir de manera alguna hacernos torcer ni desviar de la meta trazada".

En el caso de los crímenes de La Dársena, señaló que "no sólo movilizamos a toda la policía, sino que Juárez solicitó en dos oportunidades en Buenos Aires a los jefes de la Side el envío de personas especializadas en estos casos".

Tras recordar que se ofreció "recompensa a los que pudieran aportar datos" y que con su marido "lloramos amargamente junto a los parientes de estas dos jóvenes", destacó que ambos tienen "la conciencia apenada y lastimada por el dolor, pero tranquila porque no hemos dejado nada por hacer en procura de justicia y de la verdad, caiga quien caiga".

Sobre las presiones para que renuncie a su cargo, Nina aseguró que "si es el presidente Néstor Kirchner, con quien luchamos con pujanza, con fuerza y con mucho ideal, quien así lo solicita, la renuncia está a su disposición pero de ninguna manera está a disposición de quienes gritan atrevidas groserías y confeccionan pancartas hirientes que nada bueno aporta", añadió.

Ayer fuentes de la Casa Rosada advirtieron que "nadie tiene que pedirle nada a nadie", que "cada provincia debe resolver institucionalmente sus problemas"" y que "la gobernadora sabe cuáles son las responsabilidades".