| sábado, 21 de febrero de 2004 | Los extranjeros huyen en masa de Haití por la revuelta armada La comunidad internacional presentó un plan de paz a Aristide. Los rebeldes, a punto de tomar Cabo Haitiano Puerto Príncipe.- Centenares de extranjeros salieron ayer de Haití a medida que aumenta la violencia desatada por la rebelión contra el gobierno de Jean Bertrand Aristide. Los rebeldes alzados en armas dijeron ayer estar a un paso de atacar la segunda mayor ciudad de Haití y la comunidad internacional formalizó una propuesta para poner fin a la anarquía imperante desde hace dos semanas en la nación más pobre de América.
El éxodo masivo de extranjeros, que incluyó a trabajadores humanitarios y misioneros, se produjo un día después de que el gobierno estadounidense recomendara a sus ciudadanos salir del país caribeño. Alrededor de 200 estadounidenses, franceses y canadienses formaban ayer una larga fila en el aeropuerto internacional de Toussaint Louverture. En la importante ciudad norteña de Cabo Haitiano, unos 60 policías se atrincheraron en una estación policial atemorizados por las amenazas rebeldes. Dicen que son muy pocos y que están muy mal armados para repeler un ataque.
En Fort Liberte, también al norte, la policía abandonó el jueves los puestos de seguridad, según testigos entrevistados telefónicamente. Agregaron que no se divisaban rebeldes en el área. "Supimos que la decisión de irnos era la correcta. Pero es muy duro", dijo Nancy McWilliams, una joven canadiense de 18 años que se vio obligada a abandonar su trabajo en un hogar para niños en Cabo Haitiano.
Pasajes agotados La aerolínea estadounidense American Airlines dijo que habían vendido todos los cupos de cuatro de los cinco vuelos diarios hacia EEUU. Por temor a un secuestro o a un ataque, el gobierno estadounidense colocó a agentes de seguridad en cada uno de los vuelos. El misionero estadounidense Gerald St. Vincent dijo mientras esperaba un vuelo a Miami que Haití resolverá su situación "sólo si reciben ayuda extranjera, y no menos ayuda, sino más".
Algunos extranjeros decidieron quedarse en un país cada vez más polarizado entre los partidarios de Aristide y aquellos que lo quieren derrocar. Tanto los que se fueron como los que se quedaron, comparten la frustración de que Haití vuelva a verse inmersa en el caos.
Desde la independencia del país hace 200 años, han sufrido decenas golpes de Estado. El misionero estadounidense Terry Snow relató que seis camiones llenos de pistoleros partidarios de Aristide incendiaron siete casas en un vecindario costero de la ciudad occidental de St. Marc. Agregó que los residentes saltaron al mar y que los atacantes dispararon varias veces al aire para impedir que retornaran a tierra. "Gente inocente está siendo asesinada. En St. Marc queman sus casas de día y de noche y la policía no está haciendo nada", dijo Snow, de 39 años.
Desde que estalló la violencia el 5 de febrero, que se ha cobrado la vida de al menos 60 personas -40 de ellos policías-, no se ha registrado la muerte de ningún extranjero. Informes que no se pudieron corroborar indicaban que dos vehículos de la embajada estadounidense fueron objeto de ataques en Puerto Príncipe. En Haití residen 30.000 extranjeros, de los cuáles 20.000 son estadounidenses. El éxodo extranjero también se está produciendo por tierra, hacia el vecino país de República Dominicana.
Mientras, el líder de varios grupos rebeldes, Guy Philippe, dijo que planea atacar Cabo Haitiano durante las celebraciones del carnaval, que comienzan hoy y terminan el martes. Las aerolíneas de Haití informaron que todos los vuelos que salen de Cabo Haitiano están vendidos.
Profundas reformas Alarmada por la magnitud de la crisis, la comunidad internacional multiplicó sus gestiones para lograr la pacificación. EEUU anunció que Aristide recibió ayer una propuesta que incluye su permanencia en el poder pero lo obliga a realizar cambios en el gobierno. El plan fue presentado por emisarios de EEUU, la Comunidad de países del Caribe (Caricom), la Organización de Estados Americanos (OEA), Alemania, Francia y Canadá.
Los diplomáticos planean reunirse con representantes de la oposición política haitiana. Asimismo, dignatarios de varios países llegarán hoy a Haití para conversaciones similares que buscan evitar que el país se hunda en la anarquía.
El gobierno haitiano dijo ayer a la ONU que estaba haciendo todo lo posible para encontrar una solución pacífica a la crisis y acusó a los grupos de oposición de negarse a negociar. La ONU, que no tiene presencia política en Haití, considera que la situación es "alarmante y peligrosa". (AFP y Reuters) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Rebeldes controlan Gonaives. | | |