| sábado, 21 de febrero de 2004 | Los Tres toman el mando de Europa ante la ausencia de un claro liderazgo Schroeder, Chirac y Blair irritaron al resto de la UE,pero sin su iniciativa los 15 estarían a la deriva Berlín. - Pese a las críticas y suspicacias de los demás países europeos, los líderes de Alemania, Francia y Gran Bretaña decidieron el pasado miércoles en Berlín continuar celebrando reuniones en la cumbre, debido a la necesidad de que los "Tres Grandes" sigan al timón en una Unión Europea (UE) ampliada a 25 Estados.
Es cierto que el canciller alemán Gerhard Schroeder, el presidente francés Jacques Chirac y el primer ministro británico Tony Blair han tomado la iniciativa y asumido de hecho la conducción de la UE.
Lo que no parece correcto es afirmar que lo hacen en perjuicio de Europa, porque es evidente que sin conducción nada se mueve hoy en el bloque de "los Quince" y menos probablemente en el de "los Veinticinco" del futuro próximo.
Sus encuentros no tienen larga tradición ni nunca fueron preparados con mucha antelación, pero siempre tuvieron algo en común: estuvieron rodeados por las críticas de los gobernantes que no participaron en sus reuniones.
La primera de ellas fue el 19 de octubre de 2001 en Gante (Bélgica) para analizar la intervención militar contra los talibanes en Afganistán, menos de un mes después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
La segunda fue en Londres el 4 de noviembre de ese mismo año para continuar analizando la situación en Afganistán. Pero tras las protestas de varios países de la UE, Blair invitó a algunos otros líderes y el resultado fue una minicumbre europea de dos horas que no llegó a nada concreto.
Después vino la del 20 de septiembre de 2003 en Berlín, donde los "Tres Grandes" siguieron divididos en torno a la cuestión del futuro de Irak, pero lograron ponerse de acuerdo sobre la necesidad de una política de Defensa autónoma de la UE por fuera de la Otán, y Blair adhirió a la iniciativa de Schroeder y Chirac para impulsar el crecimiento de Europa
El 12 de diciembre de 2003 en Bruselas volvieron a ponerse de acuerdo en múltiples temas europeos y fue de este círculo que emanó la idea de poner fin a los empeños por alcanzar un compromiso sobre el tema de la Constitución Europea, contra la porfía de España y Polonia.
Finalmente, el 18 de febrero en Berlín los tres decidieron impulsar la creación de un puesto de vicecomisario europeo encargado de coordinar las reformas necesarias para el crecimiento económico en la UE y llamaron a introducir las innovaciones y reformas estructurales que permitan esa reactivación.
"Tendrán que acostumbrarse" Frente a todas las críticas, entre ellas las del primer ministro italiano Silvio Berlusconi que tachó de "mamarrachada" la reunión, los tres decidieron en una cena en la cancillería alemana continuar contra viento y marea con este "formato útil" al que los demás gobernantes europeos "tendrán que acostumbrarse", según hicieron trascender a través de sus portavoces.
Antes bastaba con el eje franco-alemán para dar los impulsos necesarios en la creación del mercado interior europeo y el lanzamiento del euro. Hoy tiene que ser un triunvirato el que enfrente los crecientes desafíos internos y externos.
Los fracasos en las negociaciones sobre la futura Constitución Europea, en vísperas de la ampliación hacia el este, muestran lo difícil que es mantener actualmente el funcionamiento interno de la UE. Tampoco aquí es suficiente el influjo franco-alemán para destrabar la situación.
Las esperanzas están puestas en que Tony Blair, tal vez, pueda doblegar las resistencias de los españoles y los polacos, ya que éstos se sienten más atraídos por la política exterior de los británicos. (AFP) enviar nota por e-mail | | Fotos | | El trío de Berlín dio directivas sobre la UE. | | |