| sábado, 21 de febrero de 2004 | Una luz de esperanza Una demostración de que estamos transitando nuevos tiempos lo constituye el hecho de haberse unido dos mujeres maravillosas. Me refiero a Claudia Perouch y Mónica Fein. Las funcionarias iniciaron el trabajo en conjunto para paliar y ayudar a la gente en esta crisis de la salud pública. Es verdad lo que manifiestan: el hambre, la enfermedad y la muerte no tienen colores políticos. Además a la gente no le interesa dónde militen, sólo necesitan que los ayuden a solucionar el problema que llega a los distintos centros asistenciales. Que el trabajo mancomunado de ambas sirva de ejemplo a toda clase política, masculina y femenina, ya que la mayoría de los políticos sólo critican y no ayudan a la gente a tratar de salir de esta crisis. Un saludo especial para ambas y que sigan adelante sin preocuparse a qué partido pertenecen.Lo primero es la gente. Gracias y mucha suerte, que Dios las bendiga a las dos.
LC 3446600
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