El trigo baja por la falta de demanda

La necesidad de la exportación y la escasa oferta de trigo local fueron los factores que sostuvieron el cereal argentino hasta mediados de enero.

Operadores del circuito granario explicaron que un factor relevante en la cuasi parálisis comercial, que se presenta para el principal cereal de exportación del país, es el encarecimiento de los fletes marítimos.

En ese contexto, exportadores de primera línea comentaron que fuera de colocaciones en los países del Mercosur, el valor del trigo argentino perdió competitividad, de cara al mayor costo operativo que implica el incremento en el valor de los fletes.

Si bien Brasil es el principal importador del cereal de producción argentina y la zafra del país vecino no alcanzará este año para el autoabastecimiento de esa plaza, hasta el momento no ha concretado compras por volúmenes importantes, en espera de un mayor descenso en las cotizaciones del grano.

Para los analistas sectoriales, se trata de una clara maniobra especulativa que, por otra parte, era previsible, aunque admiten que por el momento el precio del grano se ubica en la banda que se esperaba para esta época del año, aún muy cercana a la fecha de recolección.

Asimismo, la exportación tendría cubiertos sus compromisos por lo cual no evidencia interés comprador, señalaron especialistas del comercio granario.

Según informó la Secretaria de Agricultura, para mediados de diciembre la exportación había comprometido con el exterior un volumen de cereal que excedía en 353.600 toneladas sus compras internas. Para mediados de enero, la cantidad de ventas comprometidas con el exterior estaban a la par de sus compras en el mercado interno.

Es en esa fecha el trigo local logró niveles de 385 pesos la tonelada para los puertos de Rosario. A partir de allí, sin nuevos embarques y con una molinería estoqueada, el trigo emprendió un camino descendente.

Desde el 14 de enero hasta el jueves, el cereal disponible para Rosario perdió 50 pesos, esto representa un 13 por ciento de pérdida. Ese mismo día, los negocios cerraron a 335 pesos la tonelada para la exportación en General Lagos, San Pedro y Rosario.

Según el informe oficial, al 4 de febrero y a diferencia de un mes atrás, las compras de la exportación superan en 353.300 toneladas sus compromisos con el exterior.

La falta de confirmación de nuevos negocios de trigo local al exterior, y la escasa necesidad de la molinería presionan a la baja los precios. Las necesidades de venta del productor no son necesidades de financiamiento sino de espacio físico por aproximarse las cosechas de maíz y soja.