Eurocopa 2004: Hoolingans a la vista

Las autoridades inglesas y portuguesas elaboran planes de prevención contra la violencia

Cuatro meses antes que 50.000 simpatizantes ingleses lleguen a Portugal para ver a su selección en la Eurocopa de fútbol, las policías de ambos países elaboran planes para prevenir las actitudes de los hooligans y evitar hechos de violencia.

Los seguidores ingleses compraron más de 80.000 boletos para ver a su selección en internet, y será uno de los contingentes más numerosos en el torneo que se disputará entre el 12 de junio y el 4 de julio y en el que participarán 16 representativos nacionales.

Debido a la notoriedad de los simpatizantes violentos ingleses, las autoridades británicas y portuguesas -además de otras organizaciones de apoyo- están desesperadas por evitar problemas en esta ocasión.

"La cosa es romper el ciclo para llegar a un punto en que los seguidores ingleses no tengan la reputación de ser inevitablemente violentos", dijo el psicólogo de la Universidad de Liverpool Clifford Stott, un experto en hechos de violencia protagonizados por simpatizantes ingleses.

"No es sólo un problema de los hooligans, también es un problema de cómo manejar a las masas", agregó.

Las tácticas de la policía van desde forzar a los hooligans reconocidos a quedarse en sus casas, hasta mandar observadores que se mezclen con las multitudes en Portugal. Hasta ahora, las autoridades hicieron una identificación previa de cerca de 2.000 hinchas. Los que están en la lista no pueden presenciar partidos en los estadios y tendrán que informar su lugar de estadía en las comisarías o entregar sus pasaportes durante el torneo continental.

"Hay otras personas de las que no tenemos evidencia como para sancionarlos, pero sabemos que están en la categoría de alto riesgo. Nuestro plan será realizar inteligencia sobre ellos y, si podemos, impedir que abandonen el país", dijo el jefe de policía de Staffordshire, David Swift.

"Si no, trabajaremos con Portugal para seguir sus movimientos", destacó Swift en declaraciones reproducidas por el diario local Sentinel hace algunos días.

El oficial predijo que de un estimado de 50.000 simpatizantes ingleses que viajarán, entre 200 y 300 son vándalos.

Debido a la proximidad de Portugal y a su popularidad como lugar de vacaciones, alrededor de otros 150.000 ingleses podrían estar en Portugal durante la competencia, señalaron las autoridades.

Los que defienden a los simpatizantes dicen que su actitud depende mucho del tratamiento que reciban del país anfitrión. Como ejemplo comparan el buen comportamiento en la Copa del Mundo del 2002 en Japón respecto de la violencia en la Eurocopa del 2000 en Bélgica.

"Era la misma gente", dijo Kevin Miles, coordinador internacional de la Federación de Simpatizantes de Fútbol de Inglaterra.

"Debido a la bienvenida que tuvieron no hubo problemas en Japón. Lo que se escucha de Portugal nos anima en ese sentido".

De cualquier manera, los números iban a ser mayores en Bélgica debido a los altos costos que representaba para los ingleses viajar a Japón.

Los expertos son optimistas sobre lo que pueda ocurrir en Portugal. "Vemos lo que pueda pasar en el 2004 de manera positiva", dijo el psicólogo Stott. "La Eurocopa 2004 será controlada de una manera que refleja muchos de los principios que entendemos que son necesarios para producir efectos positivos en el accionar de la policía".

Las autoridades portuguesas están trabajando cerca de sus pares ingleses para tomar todas las precauciones necesarias.

"Por supuesto que habrá una presencia disuasiva y (la policía) actuará sólo en casos extremos. La filosofía principal es la prevención", le dijo al Diario de Noticias el teniente general Leonel de Carvalho, jefe del comité del Ministerio del Interior a cargo de la seguridad de la Euro 2004.

"Estamos mucho más preocupados por lo que pueda pasar afuera del estadio, donde la policía no tiene presencia en todos lados y en donde siempre está la posibilidad de que se produzcan enfrentamientos imprevistos", finalizó.

Los hinchas ingleses serán celosamente custodiados en Portugal.