| miércoles, 18 de febrero de 2004 | Irak: al menos 11 muertos y 60 heridos por dos ataques suicidas Dos ataques suicidas con coches bomba a una base militar en el sur de Bagdad mataron el miércoles a por lo menos 11 personas y causaron heridas a 58 soldados extranjeros, en vísperas de que la ONU dé a conocer su opinión sobre la viabilidad de elecciones directas en Irak.
Un portavoz de las fuerzas extranjeras lideradas por el ejército polaco en Hilla, 100 kilómetros al sur de Bagdad, dijo que 44 iraquíes resultaron también heridos en los ataques y que las heridas de los 58 soldados extranjeros no amenazaban sus vidas.
El teniente coronel Robert Strzelecki dijo que los guardias apostados afuera de la base lograron detener a uno de los coches después de disparar contra su ocupante y que el segundo coche estalló antes de estrellarse contra un muro.
"Cerca de la base de suministros militares, hubo un ataque terrorista con dos coches bomba", dijo Strzelecki. "Encontramos los cuerpos de los dos choferes y dos iraquíes que pasaban por ahí perdieron la vida".
Horas después, Hilary White, portavoz de la administración civil estadounidense en Irak, dijo que la cifra de muertos era mucho mayor.
"Podemos confirmar que más de 11 iraquíes murieron", dijo. "Murieron hombres, mujeres y niños".
Las explosiones destruyeron las fachadas y volaron los techos de las viviendas cercanas a la base y, tal como sucedió la semana pasada cuando ataques con coches bomba cobraron más de 100 vidas de iraquíes que se estaban alistando en el ejército y la fuerza policial local, los sobrevivientes del miércoles también culparon a las fuerzas invasoras por los ataques y el baño de sangre.
"Oímos el sonido de un avión sobre nuestras cabezas y un cohete impactó el área. Después otro cohete estalló", dijo Omar Zayed, de 17 años, que vive cerca de lugar de las explosiones.
Dos niños que resultaron heridos perdieron a sus padres en las explosiones. Uno de ellos, Seif Saleh, de 10 años, se quejaba en un hospital por el dolor de sus heridas físicas y lloraba sin consuelo por la muerte de sus padres.
Familiares de otros fallecidos lloraban histéricamente en los pasillos del hospital, golpeando las paredes con las manos, al tiempo que llegaban algunos féretros a la morgue del nosocomio.
Los extranjeros heridos incluyen al menos 12 filipinos, 10 húngaros, 10 polacos y dos estadounidenses.
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