¿Grupos islámicos en la Triple Frontera?

Un diario israelí afirmó que grupos armados islámicos consolidaron su presencia en la llamada Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, en parcial coincidencia con declaraciones que formuló la semana pasada en Buenos Aires un funcionario estadounidense.

Fuentes de la Cancillería, en Buenos Aires, por su parte, dijeron que "Argentina ratifica su compromiso en la lucha contra el terrorismo" pero recordaron que "la soberanía en la región corresponde exclusivamente a los tres países" limítrofes.

Según dijo ayer el diario Haaretz, que citó fuentes estatales de Israel, los grupos islámicos Hamas, Al-Qaeda y Hezbolá consolidaron sus posiciones en áreas de América latina y en especial en la zona de la Triple Frontera.

Las fuentes aseguraron que estos grupos realizan "adiestramientos" en la zona de frontera en la que convergen los tres países y recogen información sobre objetivos de eventuales ataques anti-israelíes.

Por su parte, Joseph Cofer Black, principal referente de la Oficina Antiterrorista de Estados Unidos, aseveró hace pocos días que grupos radicales islámicos asentados en la Triple Frontera canalizan recursos financieros destinados a Hamas y Hezbollah.

El funcionario norteamericano formuló declaraciones en ese sentido después de reunirse con autoridades argentinas la semana pasada en Buenos Aires.

Aunque afirmó que no había "células dormidas" en la Triple Frontera -una hipótesis recurrente de la inteligencia israelí-, Cofer Black sostuvo que los países de la región carecen de controles eficaces contra el lavado de dinero y el supuesto envío de recursos financieros a organizaciones islámicas armadas.

En noviembre del año pasado, servicios de inteligencia del Estado y militares de Argentina recibieron "una presunción" de agencias similares extranjeras sobre la posibilidad de que objetivos estadounidenses, británicos y españoles pudieran ser blancos de atentados terroristas en Buenos Aires o Hong Kong.A raíz de esa amenaza, el gobierno reforzó las medidas de seguridad en todo el país e intensificó los controles migratorios en las fronteras, entre otras medidas de seguridad que abarcaron sedes de embajadas extranjeras, aeropuertos y vuelos de cabotaje.