| domingo, 08 de febrero de 2004 | Chile: Camino de buena cepa Entre montañas y parrales se expande la Ruta del Vino del Itata que atraviesa antiguos pueblos y bodegas de centro chileno La vieja ciudad chilena de Chillán es uno de esos lugares donde el tiempo parece detenido. Situada cerca de la precordillera andina, es el primer destino de uno de los nuevos circuitos turísticos de Chile: La Ruta del Vino del Itata.
Si se llega a Chillán desde Concepción, la carretera va serpenteando entre valles, ríos y montañas, y por allí aparecen pintorescos pueblitos de campaña como Pinto y El Rosal, donde se ve la laboriosa vida cotidiana de los campesinos.
Pero si se viene desde Termas de Chillán, un poco más al sur, a la altura de la provincia argentina de Neuquén, se atraviesan valles abiertos cruzados por ríos de montaña. Un lugar ideal para las escaladas, el trekking y los vuelos en parapente.
La vieja ciudad tiene calles anchas y gran movimiento comercial, que asombra a los turistas quienes encuentran allí desde telas rarísimas hasta perfumes famosos ingleses.
El mercado, instalado desordenadamente sobre un enorme predio, es el mayor atractivo de la ciudad, que tomó su nombre, Chillán, -en araucano "la silla del sol"- de un volcán ya apaciguado.
En sus puestos se venden prendas de la denominada indumentaria Huasa, nombre de las vestimentas que usan los campesinos chilenos, y todo tipo de artesanías en madera, desde morteros hasta juegos de ta-te-ti, tejidos, piezas de cerámica y cestería.
Desde allí se parte hacia el valle del Itata, cruzando el río Ñuble para llegar a Aldea Nueva, un lugar de suaves lomadas y extensos parrales, donde está la Viña Casas de Giner, una bodega cuyos vinos han sido premiados internacionalmente.
Bodegas centenarias Nueva Aldea es un poblado de casonas coloniales y bodegas centenarias, perfectamente mantenidas, donde lo primero que proponen los guías es un demorado y explicativo recorrido por los viñedos.
Después se visita la bodega, que guarda regios cabernet sauvignon, transparentes chardonnay, excelentes merlot y mostos de los cepajes que trajeron los jesuitas en el siglo XVIII.
Los enólogos explican los procesos artesanales que se utilizaban hace más de cien años en la producción del vino, y también las técnicas más actuales, para luego enseñar a degustar cada marca y conocer sus características.
El siguiente destino es la ciudad de Bulnes, por lo que será necesario ir nuevamente hacia la precordillera para conocer otro establecimiento de este circuito: Viña Tierra y Fuego.
Esta viña, cuyos dueños son suizos, es la que elabora la mayor variedad de vinos en Chile y la única que ha producido vinos blancos a partir de cepas de malbec y merlot.
Los suizos no sólo han madurado en barricas francesas vinos de uva país, sino que también se animaron a producir cepas tradicionales como carmenere, pinot noir, sirah, zinfandel, semillón, hermitage y swurztariner.
Fin del itinerario El itinerario finaliza en la localidad de Quillón, famosa por su producción artesanal de vinos y licores, una tradición de esa zona, donde los turistas podrán observar a la gente de campo realizar esas ricas y tradicionales mezclas, dando origen a los exquisitos vinos y espumantes.
La Ruta del Vino del Itata se inicia y finaliza en el Gran Hotel Termas de Chillán, que a los beneficios de las curativas aguas termales que bajan de las montañas se le suma el atractivo de una extensa cancha de golf ubicada en medio de bosques milenarios, que forman parte del fascinante paisaje del lugar. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Caballeriza típica de las bodegas chilenas. | | |