| sábado, 31 de enero de 2004 | Alain Juppé, ex premier y jefe del partido gobernante, era un "presidenciable" Una condena por corrupción deja a Chirac y su partido sin sucesor El caso de desvío de fondos públicos involucra al presidente, que pudo eludir la Justicia por sus fueros París. - El ex primer ministro francés Alain Juppé fue condenado a 18 meses de prisión condicional e inhabilitado para ejercer cargos públicos durante 10 años por desviar fondos públicos a su partido, anunció un tribunal correccional en Nanterre, cerca de París. La inesperada condena implica el fin de la carrera política para el alcalde de Burdeos, estrecho aliado del presidente Jacques Chirac, y especialmente cierra sus chances de buscar la sucesión del actual mandatario dentro de tres años.
La presidenta del tribunal Catherine Pierce fue muy dura con Juppé: "Usted ha traicionado la confianza del pueblo soberano", afirmó al emitir la condena. A dos meses de las elecciones regionales de marzo, el fallo contra el "hijo pródigo" de Chirac pone en difícil situación a las fuerzas neogaullistas.
Los fiscales afirman que entre 1988 y 1995 Juppé y otros 26 acusados estuvieron involucrados en un plan para obligar a compañías privadas a pagar a miembros del partido neogaullista Reunión por la República (RPR) por trabajos ficticios. También fueron acusados de usar dinero de la ciudad de París para pagar a miembros del RPR por supuestos trabajos en la alcaldía. Todos los salarios fueron a parar al parecer a las arcas del partido. El resto de los implicados, entre ellos dos tesoreros del RPR, fueron condenados a 14 meses de prisión condicional. En el momento en que se cometieron los delitos el político era secretario general del RPR y vicealcalde de París encargado de las finanzas. Chirac era alcalde de la capital.
"Todos sabían" Juppé aseguró que no sabía nada de los falsos empleos y que su ayudante Yves Cabana no le informó al respecto. Sin embargo, Cabana declaró en su testimonio que "todos sabían" del los trabajos ficticios. El "todos" alcanza a Chirac, pero la investidura de éste impidió que fuera interrogado por el tribunal.
El código electoral francés establece que la sentencia trae aparejada la inhabilitación automática. A principios de este mes, Juppé había declarado que de ser condenado se retiraría de la política. Sin embargo, luego del veredicto anunció que apelará, por lo que la condena queda en suspenso.
Para el gobierno francés, la sentencia de 18 meses de cárcel en suspenso contra Juppé es un triple dolor de cabeza. Por un lado peligra su carrera política, pero además el presidente Jacques Chirac tiene que elaborar nuevos planes para definir quién será su sucesor en la Presidencia y está en juego la estabilidad del partido Unión por un Movimiento Popular, UMP, del que Juppé es presidente. Esta agrupación fue creada en 2000 por Chirac ante la crisis causada por el segundo puesto del ultraderechista Jean-Marie Lepen en la primera vuelta de la elección presidencial de ese año. En la UMP confluyeron el RPR y los principales partidos centristas y liberales.
La inhabilitación para ejercer cargos que trae aparejada la condena por financiación ilegal implica en realidad el fin de todas las ambiciones políticas del orgulloso político conservador. Mientras la medida no sea definitiva y se sustancie la apelación, Juppé puede seguir activo en política pero se abre el interrogante de por cuánto tiempo podrá sostenerlo Chirac.
Sarkozy, a la carga Por el momento, la tarea más prioritaria será impedir "una OPA hostil" del ambicioso ministro del Interior Nicolas Sarkozy para hacerse con el control del UMP. Al activo e independiente ministro del Interior la sentencia puede serle muy útil para el ascenso político. Sus éxitos en la lucha contra la violencia en las ciudades impulsan su popularidad y le consiguen con avidez aliados para presentarse en 2007 contra Chirac.
"Con Juppé condenado la derecha se queda acéfala", se comentaba ayer en los pasillos del Elíseo. Chirac deberá reunir en torno suyo a sus aliados para crear un muro contra Sarkozy (quien no procede del riñón de Chirac). Además, también tendrá que sepultar sus planes de darle a Juppé un puesto importante en el gabinete del actual primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, un modo de posicionarlo con vistas a las presidenciales.
En las filas del UMP es grande la confusión, porque en rigor casi nadie esperaba una sentencia adversa. "No hay nadie que encarne la legitimidad frente a las bases y en los cuerpos directivos del partido ante las tendencias liberales, centristas y conservadoras", explicó un diputado.
La condena era un tema tabú también en Burdeos, la ciudad de la que Juppé es alcalde, donde los periodistas hace tiempo que dejaron de plantear preguntas comprometedoras sobre el proceso. En vista de las próximas elecciones regionales en marzo, en el campo neogaullista sólo queda una persona con suficiente carisma para dirigir a todos, se asegura en el partido. Y se trata de Raffarin. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Juppé al salir del tribunal que lo condenó. | | |