| viernes, 30 de enero de 2004 | Robos y Hurtos, el antecedente En abril de 1998 otro crimen desencadenó un drástico cambio en la policía provincial. Fue cuando Miguel Duarte, un preso que estaba alojado en un calabozo de la Unidad Regional I, fue asesinado a golpes luego de ser salvajemente torturado por agentes de la Sección Robos y Hurtos.
Duarte había sido detenido el sábado 18 de abril de esa año acusado por un asalto y alojado en esa dependencia. El lunes siguiente apareció ahorcado en su celda. La investigación que encabezó el juez Julio César Costa pronto estableció que el preso había sufrido sesiones de golpes hasta que finalmente murió. Los policías de Robos y Hurtos habían montado una farsa, avalada por el jefe de la policía de Santa Fe, al dar cuenta de un suicidio.
A principios de mayo, el entonces gobernador Jorge Obeid disolvió Robos y Hurtos. "Hemos eliminado el foco de corrupción en la policía de la provincia", manifestó.
La tristemente célebre sección también protagonizó a fines de 1997 un hecho insólito en los tribunales de Rosario. Ocurrió cuando uno de sus efectivos, que fue filmado y grabado en momentos en que extorsionaba a un comerciante, era trasladado al Palacio de Justicia custodiado por efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales.
Fue al caer la tarde y el edificio estaba vacío. Cuando el imputado y sus escoltas ingresaron por uno de los pasillos de Balcarce y Pellegrini, se encontraron con un "piquete" de Robos y Hurtos. Los compañeros del acusado estaban nerviosos y, armados y con insultos, hicieron saber su disconformidad con el arresto del colega. enviar nota por e-mail | | |