Disminuyeron los índices de humedad para alivio de los rosarinos

El registro mínimo del mes fue del 35 por ciento. Para el Servicio Meteorológico "es un fenómeno de este año"

Lo que mata es la humedad. Rosario pocas veces escapó al viejo dicho popular, pero este verano los temidos porcentajes que suelen trepar al 99 o incluso al 100 por ciento dieron una tregua. Es que las marcas promedio registradas en lo que va del mes apenas llegaron al 80 por ciento y, más aún, el 14 de enero la ciudad tuvo su día más seco con un registro mínimo: 35 por ciento de humedad. Desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el climatólogo Julio Hordij, explicó que "este año hay vientos que llegan a la zona del litoral más frescos y hacen que la humedad pase de largo y se concentre en el centro del país".

Este fenómeno representa un verdadero alivio porque los trastornos que acarrean los días húmedos no son pocos: las paredes transpiran, las mujeres no pueden controlar sus peinados, las piernas y las manos se hinchan, los mayores sufren dolores de huesos y el aire está pegajoso. Ni hablar de cuando a ese cúmulo de situaciones se suman las altas temperaturas y los mosquitos, que convierten a la ciudad en un verdadero infierno.

Con todos estos obstáculos fuera de juego, el verano rosarino parece poder soportarse. La clave, los bajos índices de humedad y las temperaturas que, según indicaron desde el SMN, "no son tan agobiantes".

Es que el promedio de humedad mínima en lo que va del mes no supera el 45 por ciento, cuando la media de los últimos años fue del 68 por ciento. Y los registros mínimos de enero variaron entre el 35 y el 55 por ciento.

Todo tiene su razón de ser. El climatólogo Julio Hordij indicó que "el fenómeno se da porque actualmente hay una frecuencia de vientos que provienen del Atlántico y que son más frescos porque el océano tiene poca temperatura. Por eso, la humedad tiende a pasar de largo de la zona de Rosario y se concentra en el centro del país, que históricamente fue una región más seca".

Incluso, según el especialista, hay otros factores que hacen que Rosario tenga un enero más llevadero. "Además de los niveles de humedad moderados -continuó el especialista-, hubo una primavera con temperaturas sofocantes porque había vientos calurosos, mientras que ahora las temperaturas no son tan altas y ayuda el viento fresco".

Lo cierto es que los rosarinos también duermen más tranquilos porque las noches ya no son agobiantes. Y esto también es producto del escaso contenido de humedad que tiene la atmósfera, según detalló Hordij.


Lo que viene
Pero algunos cambios harán que el típico verano rosarino se haga sentir nuevamente. El climatólogo ya adelantó que "febrero será bastante más húmedo", por lo que la tregua parece tener fin.

"Esta tendencia se va a revertir a mediados del mes próximo. Porque el océano Atlántico va ir tomando temperatura, entonces, el viento va a ser más húmedo para la zona de Rosario, las temperaturas van a subir un poco y, en cambio, el centro del país ya no va a estar tan caliente como ahora", detalló Hordij.

Estas modificaciones en el clima también provocarán que el mes próximo sea más lluvioso que lo que va del verano. "Hasta ahora la moderada humedad hizo que Rosario tuviera cielos despejados y que las tormentas se dieran en el centro del país. Esto va a cambiar, quizá febrero sea más inestable", vaticinó el climatólogo.

Es que febrero siempre tiende a ser más húmedo que enero. Los datos estadísticos de 1981 a 1990 indican que mientra la humedad promedio del primer mes del año es del 68 por ciento, en febrero ese registro aumenta siempre al 75 por ciento.

En rigor, también el promedio de lluvias sube. Mientras que en enero la media es de 98,3 milímetros, en febrero el índice se eleva a 124,1 milímetros. Y con esa cifra se convierte en el mes más lluvioso del año.