| sábado, 24 de enero de 2004 | El proyecto de Vicentín para ampliar su capacidad de molienda se suma a los de Molinos y Cargill. AFA levanta una planta de refinación El hambre de crushing moviliza las inversiones en el complejo oleaginoso Emprendimientos en el sector apuntan a aumentar la capacidad de molienda y diversificar productos A principios de octubre pasado se reflejaba en este suplemento el análisis de referentes y entidades vinculadas con el sector aceitero sobre la potencialidad de una nueva ola de inversiones vinculadas al complejo oleaginoso, de menor magnitud pero de características parecidas a la de fines del 80.
Pasaron pocos meses y ya se anunciaron oficialmente tres megaproyectos de construcción de nuevas plantas, además de las iniciativas que todavía están en etapa de "rumores". Al mismo tiempo, se difundieron emprendimientos de menor envergadura destinados a ampliaciones en la capacidad de molienda, a la elaboración de subproductos con valor agregado y a aumentar la capacidad de acopio en las fábricas y en el interior.
De la mano de los espectaculares precios de la soja y del crecimiento en el cultivo de la oleaginosa, anunciar inversiones en el sector se ha convertido en un hábito. Esta semana le tocó el turno a Vicentín, la aceitera santafesina que le comunicó al gobernador Jorge Obeid la intención de desembolsar 40 millones de dólares para construir una nueva planta de procesamiento en el puerto de San Lorenzo. Le siguió los pasos, así, a los anuncios formulados por Molinos y Cargill.
Por el lado de la cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA) también trascendieron proyectos. Aunque por un monto menor, el proyecto no es menos significativo en términos relativos. Se trata de construir en la planta de Los Cardos, que tiene una capacidad de molienda de 500 toneladas diarias de soja, una planta de refinación de aceite de 100 toneladas por día.
Refinación El monto de la inversión será de 3 millones de dólares y, en una segunda etapa, la cooperativa, una de las principales originadoras de mercadería en la región pampeana, prevé instalar una planta embotelladora para llegar al mercado interno con aceite envasado.
La particularidad de este proyecto es que no apunta a aumentar la capacidad de crushing sino a ampliar las operaciones a nivel de subproductos. Actualmente, la planta de Los Cardos produce aceite crudo desgomado que es vendido a otras fábricas del sector. Con la nueva planta incorporarán un eslabón a la cadena.
"El tema es que estamos lejos del puerto entonces la única que nos queda es agregar valor, porque al trabajar únicamente con aceite crudo y con pellet corremos en desventaja debido a que los costos son más altos en función del volumen", señalaron en la cooperativa, donde aclararon que "nosotros somos acopiadores y originadores, entonces el grueso de la inversión la volcamos más al acopio que a la industrialización".
"En realidad tenemos un montón de proyectos en carpeta y que se están estudiando, como el biodiesel, aislado proteico en harinas de soja, la forma de lograr concentrados proteicos, y cuando últimamente vimos que las condiciones estaban dadas por los valores del aceite, decidimos reflotar el tema de la refinería", agregaron.
En el caso de Vicentín, la inversión de 40 millones también incluye una diversificación, al contemplar la construcción en Ricardone de una planta para la elaboración de lecitina de soja y girasol, en convenio con una empresa española.
La lecitina de soja es un derivado de la industria aceitera que se utiliza en la industria alimentaria por su capacidad de solubilizar grasas y tienen un alto valor comercial. Sin embargo, debido a que en un momento se presentó como un mercado saturado, pocas empresas de la región la fabricaban en forma continua. La excepción era, hasta el momento, Bunge en la planta de Tancacha.
Históricamente señalada por su concentración en la elaboración de aceites y harinas, que por otra parte constituyen el grueso del negocio, el sector va dando pasos hacia una diversificación de productos, y un caso en ese sentido es la fabricación de harinas de alta proteína.
Transporte y almacenaje El otro rumbo de las inversiones es el del almacenaje y el transporte. A la par de los proyectos de ampliación o construcción de nuevas plantas, distintas empresas anunciaron emprendimientos en el terreno de la logística. La misma inversión de AFA contempla el desembolso de 8 millones de dólares para ampliar sus acopios en 350 mil toneladas. Aceitera General Deheza pondrá otros 25 millones en un centro de almacenaje en Ceres y ACA confirmó a fines del año pasado la construcción de acopios y un centro de transferencia en Chaco. En cuanto al transporte, las principales firmas del sector se agrupan en distintos bloques para competir por la concesión del ferrocarril Belgrano.
Un informe de la Fundación Producir Conservando concluyó que, con la proyección de una cosecha de 100 millones de toneladas a fines de la década, de las cuales 45 millones de toneladas serían de soja, la inversión necesaria en nuevas plantas de procesamiento rondaría los 250 millones de dólares, mientras que otros 2 mil millones serían necesarios en el sector de almacenaje y transporte.
Los mismos operadores del sector se sorprenden por las cifras que se manejan en el mercado. "Se está hablando de plantas que van de 6 mil a 12 mil toneladas, si se construyen 5 ó 6 así la capacidad de molienda de la región pasaría de 94 mil a 130 mil toneladas diarias, hay que llenar esos monstruos", señala un referente del complejo aceitero,que recuerda que durante el primer boom de construcción de terminales de procesamiento hubo un impacto en los precios como consecuencia del aumento de la capacidad, que después se fue moderando por el crecimiento de la producción sojera.
Hambrientos de soja Con la actual capacidad instalada, las fábricas están voraces de mercadería, como lo demuestra el hecho de que muchas están comprando por estos días aún a contramargen, derivado de la gran retención de soja por parte de los productores.
Dependiendo del impacto del clima en la cosecha nueva, no se descarta que algunas plantas estiren el próximo mes en algunos días la parada de planta anual.
Las cifras dan cuenta de un mayor procesamiento de oleaginosos en los años 2002 y 2003. Según la Sagpya, en los primeros siete meses de 2003 se verificó un aumento del 19% en la producción de aceite en relación a igual período del año 2002.
Las exportaciones del complejo sojero alcanzarían en 2004 a 7.500 millones de dólares, según proyecciones del Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola (Iica).
Según un informe de la Secretaría de Agricultura de la Nación, en el período 1993/99 las inversiones en el sector superaron los 1.300 millones y se destinaron principalmente a la ampliación de la capacidad de molturación además de la mejora de puertos, almacenaje, acopio y transporte.
Argentina es el primer exportador mundial de aceite de soja llegando a abastecer a más de 50 países.
El sector mostró durante la década del 90 un gran dinamismo, con importantes inversiones tendientes a ampliar su capacidad de molturación y almacenamiento y a mejorar las instalaciones portuarias.
La industria aceitera local, de avanzada tecnología, es hoy una de las más competitivas del mundo.
La caída de los precios internacionales a partir del 97/98 limitaron la posibilidad de nuevas inversiones en el sector, que fueron retomadas a partir de 2002.
Argentina cuenta con 49 plantas aceiteras. La mayor parte de ellas procesan soja. La capacidad de molturación total del sector se estima en 93.000 toneladas por día.
Las principales empresas exportadoras son Cargill, Bunge Argentina, Dreyfus, AGD, Vicentín y Pecom, que representan más del 86 % del total exportado. enviar nota por e-mail | | Fotos | | La molienda de la región podría pasar a 130 toneladas diarias. | | |