| miércoles, 21 de enero de 2004 | El riesgo viaja a cuestas La campaña de seguridad no sólo tiene consejos para el que se va y deja la casa sola. Si se tiene en cuenta que el riesgo viaja a cuestas, también habrá que llevar los recaudos al lugar donde cada uno se hospeda.
La Fundación Turismo para Todos aconseja, cuando se alquila una casa o departamento en un lugar turístico, no dejar los horarios en que se lo puede ubicar, desconfiar de las sucesivas llamadas telefónicas equivocadas, no identificar las llaves de la unidad, no poner carteles de "enseguida vuelvo", tener a mano la llave de la unidad al llegar, y prestar atención cuando se ingresa al garaje si hay vehículos o personas en actitud sospechosa.
En un departamento, se sugiere verificar que las puertas de acceso al edificio permanezcan cerradas, no abrir la puerta ni accionar el portero sin verificar quién lo solicita, no informar el número de departamento a desconocidos, no dejar dicha ni escrita la hora de regreso, no autorizar el ingreso de ningún personal de mantenimiento que plantee realizar reparaciones no solicitadas, no autorizar el ingreso a personas que pretendan entregarle objetos o prestarle servicios no requeridos, y verificar primero siempre con la puerta cerrada qué ocurre ante situaciones extrañas (si entra agua por debajo de la puerta, por ejemplo). Tampoco hay que permitir entrar a nadie que pida de urgencia el teléfono, y si se confía en la solicitud, hacer la llamada uno mismo.
Si al regresar a la vivienda se encuentra una abertura violentada, ventanas rotas, una puerta entreabierta, objetos en lugares inusuales o cualquier indicio de que alguien ha ingresado en la casa, no hay que entrar, sino buscar un teléfono y avisar a la policía. No hay que ser rutinario en los horarios ni en los caminos que se toman para hacer trámites diarios. Y por supuesto, hay que verificar que la unidad donde uno se hospeda tenga sus aberturas en condiciones y cuente con una mínima protección. enviar nota por e-mail | | |