| domingo, 18 de enero de 2004 | Casagrande es otro talismán para Russo Si bien en el círculo íntimo de la delegación canalla nadie lo va a admitir públicamente, la elección de la hostería Casagrande tiene una explicación técnica y otra esotérica. La primera es sencilla, para Miguel Angel Russo existen pocos lugares con semejante tranquilidad para que un plantel de la alta competencia fortifique el grupo y se concentre sólo en el trabajo como lo está haciendo Central en Tandil. Mientras que el motivo de la otra elección está directamente relacionada con que este bunker le trae muy buenos recuerdos a Central bajo la conducción de Russo.
Acá, en el verano del 2003, el actual entrenador comenzó a delinear su equipo y el resultado es conocido: Central piloteó con fútbol la tormenta del descenso. La apuesta por Tandil también se repitió en julio del año pasado, antes de arrancar el Apertura, y la campaña que realizaron los canallas les permitió reunir los famosos 30 puntos (logró 31) para no tener problemas con el promedio y así dedicarse a la Copa Libertadores en el primer segmento de este año.
Pero estos indicios de buena suerte en las sierras fueron frenados aquellos días de agosto, luego de que Central goleara 3 a 0 a Newell's en el Gigante y Russo, para abstraer al grupo de la euforia desmedida que se vivía en Rosario tras el triunfo, se inclinó por traer al grupo hasta esta ciudad. En aquella oportunidad la elección no terminó de la mejor manera porque los canallas en la otra fecha del clásico perdieron categóricamente contra Vélez, en Liniers, y la estrella del refugio tandilense se apagó por un rato.
Igualmente, y a la luz de las campañas cumplidas, la hostería Casagrande bien podría ser llamada la casa de la suerte a la que concurren los muchachos de Russo cada vez que tienen que prepararse para dar pelea. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El DT prefiere venir a este lugar por tranquilidad y algo más. | | |