Verano 2004. Regresan los trabajadores con mamelucos blancos y las lanchas

El costado laborioso de la Perla del Atlántico

La industria pesquera recupera posiciones después de sufrir la debacle de la convertibilidad

Rodolfo Montes / La Capital

(Enviado especial)- No sólo por la explosión de turistas revive Mar del Plata. También la industria pesquera recupera posiciones y vuelve a sentir el clima floreciente que sepultó la convertibilidad en la década pasada. "En Mar del Plata estamos volviendo a ver a los trabajadores de mamelucos blancos caminado por los barrios del puerto, a las 5 de la mañana, y eso nos llena de emoción" dijo Daniel Katz, el intendente de Mar del Plata en la apertura de la vigésima segunda Fiesta Nacional de los Pescadores.

Mar del Plata es igual a puerto, y puerto es Mar del Plata. Así definen los pescadores de las lanchitas amarillas -las que trabajan en la cercanías de la costa- la identidad una industria arraigada en sus corazones. Sienten orgullo, están convencidos que embarcarse cada madrugada y ponerle proa al mar no es para cualquiera. Son parte de una tradición, una herencia familiar en muchos casos. "Cada vez que salimos al mar de algún modo le estamos rindiendo homenaje nuestros muertos, que son muchos" dijo Luis Ignoto, el presidente de la Sociedad de Patrones Pescadores, que agrupa a los pequeños empresarios de las lanchas amarillas.

Las lanchas amarillas de la industria más tradicional de Mar del Plata.