"Ya no somos dueños de nada"

"Ya no somos dueños de nada. La situación no da para más. Los vecinos nos vamos a organizar con cacerolazos, cortes de calle porque la seguridad la debe garantizar el Gobierno. Y la impotencia es porque (las autoridades) no te dan bolilla y es evidente que dejan que pasen las cosas". Un vecino resumía con esa frase la sensación de desprotección que mucha gente de Ludueña tiene ante la ola de delitos en la zona. El crimen de Susana Luján disparó el deseo de concentrarse ayer a la tarde en Navarro y Magallanes para pedirle a las autoridades políticas y policiales más seguridad. "Anoche se escucharon corridas, como siempre. Llamamos a la policía, pero todavía la estamos esperando", se quejó un vecino que a esa altura de la noche no sabía lo que había ocurrido.

"Ahora tenés varios patrulleros acá, pero a la noche te piden DNI, teléfono y no sé que otra cosa cuando los necesitás", agregó. En forma contundente unos habitantes de la cuadra contaron cómo es convivir con delincuentes, verlos, saber sus nombres, quiénes son. "Ellos saben todo sobre nuestra vida, porque te vigilan permanentemente". Y se quejaron porque todo el mundo sabe dónde están los "aguantaderos" en el barrio. "Menos la policía". "Acá roban carteras a las mujeres, bicicletas a los chicos, cosas a los viejos, a todo el mundo. Los robos son a todo hora, pero a la siesta es un desastre", murmuró un hombre. Otro fue más lejos: "Acá hay mucho miedo en la gente porque hay impunidad. Es lógico que la gente no denuncie los hechos".