| miércoles, 14 de enero de 2004 | cartas El título de ilustre El título de ciudadano ilustre fue puesto en vigencia para calificar así a quienes han brindado servicios importantes a la sociedad y además se destacaron por una insospechada conducta republicana. Por eso resulta aberrante y absurdo que no se quitara esa distinción a Enrique Llopis, ahora otra vez procesado por su paso en Cultura de la provincia. Además su función en la misma área en la Municipalidad fue intrascendente y no cumplió ordenanzas. Resultó una actitud sin precedentes que no renunciara como diputado nacional y simultáneamente fuera titular de Cultura. Rosario no merece esta afrenta y quienes ostentan con orgullo el título de ciudadano ilustre esepran no estar en el mismo sitio de quien en su paso por la función pública sólo dejó dudas sobre su conducta.
Nelson de Lajonquiere
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