| miércoles, 14 de enero de 2004 | SALON DE DETROIT 2004 El desafío americano Los constructores estadounidenses tienen la firme intención de contraatacar ante el avance de los japoneses, durante el Salón del Automóvil de Detroit que abrió sus puertas al público el sábado y cerrará el lunes próximo.
Los "tres grandes" de Detroit, a saber General Motors, Ford y Chrysler, pusieron a punto estrategias ofensivas para la gran cita de los vehículos que tiene lugar en la cuna del automóvil norteamericano, enorme mercado con más de 16 millones de vehículos vendidos en 2003.
Ford presentó seis modelos durante el salón, entre ellos una nueva versión del Mustang. General Motors también hizo lo propio con seis nuevos modelos para 2004, entre ellos una nueva versión del Corvette, y un nuevo eslogan para su filial Chevrolet que promete "una revolución norteamericana".
Con estos nuevos vehículos, los estadounidense dicen alto y fuerte que su estrategia no se limita a una política de rebajas de precios, sino que también son capaces de innovar frente a la vigorosa concurrencia asiática.
Los constructores se entregan desde hace meses a una guerra de precios, dado que las dificultades de estos últimos años complicaron las capacidades debidas a las grandes inversiones de los años 90. Pero "tales ofertas son imposibles de mantener y son malsanas para el sector", advierten analistas económicos.
No obstante, los constructores tendrán una oportunidad de abandonar en 2004 sus arriesgadas políticas, ya que habría una recuperación de las ventas en Estados Unidos, tras tres años de caídas.
Se prevé que se venderán 17,1 millones de automóviles en 2004 (16,5 en 2003), "reflejando un crecimiento económico más fuerte en Estados Unidos, una mejora de la Bolsa, un desempleo estable y un aumento de la confianza de los consumidores".
Esta es una ocasión para los fabricantes estadounidenses de desmentir a los agoreros que anunciaban "el fin de Detroit", por mencionar el título de un reciente ensayo que predecía la decadencia del automóvil estadounidense en beneficio de sus competidores extranjeros, sobre todo japoneses.
Por primera vez en los dos primeros trimestres de 2003 el japonés Toyota ocupó el lugar de la estadounidense Ford como número dos del mundo del automóvil.
Durante ese período los estadounidenses vieron cómo se desplomaban sus resultados, a pesar de que su avance en el ámbito de los 4x4 les permitió limitar los daños sufridos. Pero también en esa parcela de mercado se hace sentir la competencia japonesa.
Esta situación los obligó a reducir sus planteles de trabajadores. Por ejemplo, en Ford se anunció en octubre la supresión de 8.000 empleos. Otro tanto sucede con los salarios: contratos de trabajo que prevén concesiones sin precedentes de parte de los sindicatos.
¿Todo esto bastará para relanzar la actividad de los constructores estadounidenses? Jim Hall, analista de la consultora AutoPacific, destaca que una gran parte de los nuevos modelos presentados en Detroit se retrasó para hacerle lugar a los 4x4 y a los monoplazas. "Un paquete de esos vehículos debió salir al mercado hace varios años", asegura.
(Más información sobre los modelos más destacados, abriendo las notas relacionadas al costado)
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