Se habría anulado el vinculo entre Central y Squadra

José M. Petunchi / La Capital

El acta de intención que Central había firmado con la empresa Squadra Management Deportivo para la asistencia financiera se habría caído. Y, aunque la intención de las autoridades auriazules, que prefirieron llamarse a silencio, sería reflotarlo desde mañana, la realidad empieza a marcar que la dirigencia deberá buscar nuevos horizontes para afrontar la crisis que atraviesa el club y sobre todo para transitar la convocatoria de acreedores sin sobresaltos.

Si bien la disolución del convenio no fue ratificada ni desmentida ayer por el presidente auriazul Pablo Scarabino en diálogo con Ovacion, cuando sólo se limitó a decir que "vamos a sacar adelante la situación con el silencio", miembros de la comisión directiva admitieron que el acuerdo "está muerto".

Un indicio de esto es lo que Scarabino dejó ver entre líneas cuando le reconoció a este diario que "ahora tenemos un escenario nuevo. Tenemos otro problema que resolver", aunque fue muy prudente y no quiso dejar ningún resquicio por el que se pudiese filtrar ninguna situación no deseada. Es que desde mañana el titular canalla -quien presentó este convenio como la salida a la crisis- intentará reflotar el acuerdo con Squadra, y una de sus estrategias para eso parece ser el silencio. Es que no quiere cruzar la línea y que cualquier palabra de más pueda entorpecer aún más la ya de por sí desgastada situación por la que atraviesa este convenio, que recién debía llegar a Tribunales en febrero para su aprobación, pero que, sin embargo, ya generó controversias y cortocircuitos varios.

Convenio que por otra parte desde la dirigencia auriazul se lo presenta como una asistencia financiera, mientras que a cada reunión que asistió Squadra, la empresa se presentó como la gerenciadora del fútbol canalla. Un dato que reafirma esto son las cuatro reuniones que mantuvieron con el volante Ariel Zapata -uno de los refuerzos pretendidos por Miguel Angel Russo, aunque después lo relativizó-, quien se habría disgustado por esta situación y al final terminó arreglando en cuestión de horas su incorporación a Newell's -con todo lo que eso significa-.

A esta altura sería bueno aclarar que más allá del comunicado oficial del jueves en el que la empresa sostenía que "no iba a aportar capitales para la llegada de refuerzos", los hechos demostraron que su ingerencia fue absoluta, aunque también que ninguna de las negociaciones que encabezó llegaron a buen puerto. Como cuando desde Central le indicaron el nombre del segundo refuerzo que pretendía Russo y la respuesta de los empresarios -con escasísima experiencia en el fútbol- fue: "¿con quién hay que hablar?"

El punto más álgido de la relación entre Central y Squadra se habría producido cuando los canallas incorporaron al chileno Clarence Acuña. La relación ya se había resquebrajado cuando los empresarios porteños no lograron imponer sus nombres entre los refuerzos, pero el quiebre en la relación se produjo con la llegada del volante chileno, puesto que Squadra no habría sido consultada. Eso desató un cortocircuito que por ahora está lejos de solucionarse y que en los primeros días de la semana derivaría en la ruptura del vinculo.

De confirmarse esto, Central afrontará otra vez el desafío de salir a conseguir fondos para poder asumir los compromisos inmediatos y mediatos. Pese a que los tiempos apremian y que el horizonte no parece despejado, Scarabino está convencido que superarán esta coyuntura. "La salida la vamos a encontrar, Central va a salir adelante. En Central todo se puede", argumentó, con preocupación pero optimismo, el presidente auriazul.

La llegada de Acuña habría provocado el quiebre de la relación entre las partes.