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 domingo, 11 de enero de 2004

Un gran capo de la mafia italiana pide clemencia
Totó Riina mató al menos a 150 personas. Después de varios ataques cardíacos, pide una prisión más benigna

Salvatore (Totó) Riina, "capo de tuti i capi" (el jefe de todos los jefes), mató al menos a 150 personas, mide aproximadamente un metro y medio y, aparte de sobrepeso, tiene problemas de tiroides, entre otros. Sus amigos de siempre le pueden llamar con acento siciliano "Totó u curtu" (Totó el corto), pero este hombre con chaqueta de punto pide clemencia.

Riina ha dicho: "Tengo 74 años y ya he sufrido dos ataques al corazón y tres operaciones de baypass y desde hace once años estoy en una cárcel en régimen de aislamiento" cumpliendo las 20 cadenas perpetuas a que fue condenado. En la actualidad se encuentra en una prisión de máxima seguridad en Milán y ahora tan sólo pide una cosa: "condiciones de encarcelamiento dignas".

Desde hace tiempo se discute en Italia sobre las duras condiciones del régimen penitenciario en que se encuentran los mafiosos. En el pasado, los "padrinos" sicilianos se dejaban mimar en la prisión con caviar, champaña y la agradable compañía de prostitutas. En la actualidad, 630 capos están encarcelados en 13 prisiones del país bajo estrictas condiciones. No pueden comunicarse con otros reos, el contacto con la familia es limitado y las condiciones en la celda muy espartanas. Para evitar todo esto hay una salida, colaborar con la Justicia.

A los mafiosos entre rejas todo esto les ha marcado y cada tanto surgen los informes de que la Cosa Nostra en Sicilia quiere un "alto el fuego".

Hace varios meses, uno de los capos encarcelado en Palermo escribió una carta conciliadora al fiscal: "Sólo a través de un encuentro abierto y franco se pueden encontrar soluciones de las que sólo pueden surgir frutos positivos". Se habló entonces de diálogo y de una nueva era.

"Los presos de la Mafia tienen mil trucos para poder enviar órdenes y mensajes afuera", afirma Piero Grasso, uno de los fiscales que ha tratado casos de la Mafia. Grasso advierte enérgicamente en contra de aliviar las condiciones del régimen penitenciario de los mafiosos, pues considera que, al contrario, se debería intentar hacerles hablar.

Realmente el tema de la Mafia en Italia se ha tranquilizado considerablemente. Algunas lenguas maliciosas hablan ya de una "fase de coexistencia pacífica", como la que imperó en los años 80.

"El hecho de que con el gobierno de Silvio Berlusconi se hable poco de la Mafia no significa que ésta haya dejado de existir", estima un experto en Roma.

En opinión de sus captores, en la actualidad hay una menor violencia relacionada con la Mafia, lo que, más bien, indica que se están reforzando en lugar de perder fuerza. En un informe oficial, los especialistas señalan que su objetivo es alcanzar "la total invisibilidad de la organización". Quieren cambiar a negocios legales "sin violencia y sin llamar la atención".

En los tiempos de "Totó el corto", el hombre de la chaqueta de punto y los ataques al corazón, todo era bien distinto. Cuando ni siquiera tenía 19 años participó en su primer asesinato. Más tarde provocó la "gran guerra de la Mafia" en la que su clan se enfrentó a otro de apellido famoso, el de los Corleone, con un balance de al menos 300 muertos. Pese a todo se atrevió a casarse públicamente y a bautizar a sus hijos en una ceremonia religiosa. Sabía que la policía miraba hacia otro lado. (DPA)

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Riina tiene 74 años y está preso hace once años.

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