Caos en el tránsito por el corte del puente entre la capital y Santo Tomé

Santa Fe vivió una nueva jornada de piquetes en los accesos a la ciudad

Inundados reclaman un pago adicional de 1.500 pesos, pero el gobierno advirtió que no está dispuesto a pagarlo

Carlos Roberto Moran / La Capital

Santa Fe.- Una generalizada sensación de hastío, cansancio y bronca alcanzó a la mayor parte de la población de esta ciudad y Santo Tomé como consecuencia de nuevos cortes en los accesos a Santa Fe por parte de piqueteros inundados que reclaman al gobernador Jorge Obeid un pago adicional de 1.500 pesos que el Estado no está dispuesto a pagar.

Los vecinos fueron sorprendidos por los cortes realizados por personas que afirman estar afectados por la inundación y reclaman un nuevo pago, al que denominan "cuarta cuota" de un subsidio que, en rigor, ni Reutemann ni Obeid se comprometieron a pagar. No obstante, distintos sectores interpretaron, por palabras del Lole, que existía la posibilidad de un nuevo subsidio, aunque nunca hubo un compromiso en firme. De ahí que la supuesta "cuarta cuota" de 1.500 pesos respondería más a una leyenda que circuló de boca en boca y no a una obligación asumida en concreto.

El principal corte, iniciado en la tarde de anteayer poco después de que el gobernador estuviera sitiado más de tres horas en el Arzobispado, afectó la circulación entre Santa Fe y Santo Tomé a través del puente carretero que cruza el río Salado. Otro corte, en este caso parcial, empezó a la mañana en el acceso a la autopista. En este caso se permitía salir de la ciudad pero no ingresar, lo cual debía hacerse por una colectora que desemboca frente al Hipódromo de Las Flores.

Aunque fueron realizados por grupos pequeños, los cortes impidieron la circulación vehicular. Muchos santotomecinos que trabajan en Santa Fe debieron cruzar a pie el puente y las vías anexas de acceso, de varios kilómetros de extensión, mientras se formaban colas interminables de vehículos de todo porte que inútilmente esperaban proseguir viaje.

La policía montó un operativo a cargo del subjefe provincial, Jorge Pallavidini, para evitar desmanes, aunque no impidió la quema de cubiertas ni los cortes. El jefe policial manifestó haber recibido instrucciones del Ejecutivo de respetar los reclamos de los manifestantes y garantizar el orden público. Interviene en el hecho el juez federal Nº 1 de Santa Fe, Reynaldo Rodríguez, quien no utilizó la fuerza federal para despejar las rutas.

En el acceso a la autopista, donde hubo cortes intermitentes, se encontraron cientos de personas que no pudieron circular por la protesta. También hubo dos cortes con quema de cubiertas, uno en avenida Freyre y Mendoza, y el otro frente al hospital de Niños.


"No hay cuarta cuota"
La subsecretaria provincial de Promoción Comunitaria, María Lastra, fue por la tarde a transmitirles a los piqueteros que "definitivamente" no existía la intención de pagar ninguna cuarta cuota y que el gobierno de Obeid no se propone acordar un nuevo subsidio sino poner en marcha de inmediato el Ente de Reconstrucción de Santa Fe, al tiempo que ha reglamentado la ley por la que deben atenderse las necesidades de cada uno de los damnificados. Tanto el ente como la ley estarán vigentes a partir del lunes próximo.

Lastra dio exhaustivas explicaciones sobre lo que se propone hacer el gobierno con los inundados. En el lugar ya se habían retirado mujeres y niños y quedaban dos grupos de unos 30 hombres de entre 20 y 40 años que empezaban a manifestar cansancio.


Barrabrava
Por su parte, Obeid insistió en que necesita una tregua durante enero, tal como reclamó sin éxito a quienes lo sitiaron frente al Arzobispado, y reiteró que no se propone dar respuestas a los diferentes pedidos sin conocer bien la situación económica provincial. No obstante, insistió en que mantiene en firme su vocación de diálogo, aunque "es imposible hacerlo con botellazos y cabezas rotas".

Respecto a los hechos de anteayer el gobernador dijo que "el objetivo principal es resolver los problemas de una capa muy gruesa de la sociedad que fue excluida y hay que volver a integrar".

El mandatario santafesino afirmó que el lunes intentó explicar que no puede "dar plata graciosamente", sino que se tiene que manejar según lo que la ley establece. "Mientras explicaba los distintos planes que tenía que para ayudar a recuperar las zonas afectadas por las inundaciones, entre ellas la recuperación de escuelas, una mujer me contestó que me metiera las escuelas en el culo porque lo que ella quería era plata. Lo que pasa es que muchos de ellos no estaban acostumbrados a que un gobernador se les acerque", agregó, en lo que puede interpretarse como una crítica indirecta a la actitud de Reutemann, quien nunca dialogó con los inundados que protestan frente a la Casa Gris desde hace meses.

A pesar de que los piqueteros eran pocos se generó un notable malestar.