Sos pueblo, sos canalla

El censo es un proyecto de recuperación del club

No están locos, sólo son de Central. No lo hacen por el futbolero afán de contar cuántos son sino como una forma de canalizar esa energía vital que nace de su amor por la camiseta. Por eso se embarcaron en la buena idea del censo canalla, que en realidad les sirve como la mejor excusa para arremangarse, agarrar la pala o la birome y laburar y pensar por el club con el que siempre soñaron, pero ahora desde un lugarcito en la nueva comisión directiva. Ellos son el arquitecto y vocal Fernando Lépori, el especialista en informática Eduardo Di Pollina -primo hermano de su homónimo el diputado nacional socialista-, el contador Eduardo Settimini y Jorge Maraventano, quienes integran la Agrupación Primero Central y editan la revista "El Nuestro", que ya va por el cuarto número. Como cuenta el Flaco Lépori a Ovación, con el apoyo de la nueva comisión directiva.

-¿Por qué el censo canalla?

-Porque queremos un Central social, solidario y de todos porque Central es mucho más que once jugadores en la cancha, es una forma de vida, una cultura.

-Una idelogía, según Quique Pesoa.

-Exacto. Central tiene una identificación cultural y popular muy fuerte y los canallas tenemos un sentido de pertenencia muy fuerte.

-¿Y para qué sirve el censo?

-El censo sirve como información para armar una base de datos y como herramienta para gestiones múltiples, entre las cuales la primera será la conscripción de socios, pero no la única.

-¿Cuáles son las otras?

-La segunda etapa pregunta cuándo vas a la cancha, si fuiste socio, si te fuiste por los dirigentes o la inseguridad, si te gusta algún deporte amateur, y una tercera avanzará sobre datos sobre tipo de vivienda y de movilidad. Y tomamos el DNI para verificar la autenticidad de los datos.

-¿Cómo nació la idea del censo?

-Nació como un canal de comunicación para imponer el nombre de Central, mucho antes de que Scarabino ganara las elecciones y de la megafiesta. No lo hacemos para saber cuántos somos o para las gastadas de El Aguante sino con una base científica y como el comienzo de un proyecto que incluye la conscripción de socios, que debe hacer el club y no tercerizar, y el seguimiento, lo que en marketing se llama la fidelización, y el cobranding, que el socio no sea maltratado por un burócrata sino que pueda pagar la cuota de la forma más fácil y ágil posible: por débito automático, por tarjeta o por pago fácil.

-¿Es posible el sueño del club con una gran masa societaria?

-Totalmente. El proyecto contempla que el hincha se transforme en socio con un sentido de pertenencia y de ciudadanía. Central es de todos y esto nos genera no sólo derechos sino también deberes como ir a votar o ir a las asambleas. Hubo asambleas en las que éramos 130 y teníamos que cuidarnos de no cobrar, y después contra Olimpo metimos 45 mil personas. Si llegamos a los 30 ó 35 mil socios vamos a recaudar unos 500 mil pesos mensuales, con los cuales vamos a equilibrar las cuentas del club.

Los dirigentes arman una base de datos canallas.