| miércoles, 31 de diciembre de 2003 | Charlas en el Café del Bajo -Antes de transcribir más definiciones de amor enviadas por los lectores queremos reproducir tres breves cartas que nos han enviado: la primera es del rabino Shlomo Tawil, quien dice: Estimado Candi, lo felicito por su artículo del viernes 26 de diciembre acerca de las enseñanzas de Janucá, ya que se nota una profundización en las fuentes judías, citando a rabinos reconocidos y exponiendo con conocimiento, y sin miedo a equivocarse, nuestra defensa legítima a existir y como judíos. Muchas gracias". La segunda, del pastor Miguel de Rose, quien envía una tarjeta con el bellísimo Salmo 23 ("El Señor es mi pastor...") y nos felicita por las charlas. Muchas gracias. Y con todos los amigos, pero especialmente con el rabino Tawil, quisiera compartir estas palabras: nos ha sido enviada una extensa carta desde una organización judía de Buenos Aires con motivo de las dos últimas charlas respecto de la historia judía: "Obviamente no es el único «goy» que escribe como lo ha hecho -dice-, pero es de los pocos a los que podemos hacerles llegar nuestro agradecimiento y eso nos hace sentir bien, porque seguramente «el otro» (en este caso usted) escribe por convicción, pero también quiere ser acompañado en su forma de pensar, ¿no?". Lo firma Rosita P., la responsable de la entidad. "Goy" significa "gentil", no judío.
Agradecemos estas palabras y queremos decir que cuando uno asume un compromiso con un principio, con lo que cree que es la verdad, no puede quebrarlo alegremente. Eso sería desleal. Sin ser judíos (aunque deberemos revisar nuestro árbol genealógico con Inocencio) descubrimos hace muchísimos años La Torá. Aprendimos muchas cosas, sobre todo a querer, respetar y admirar la rica cultura judía. Los que han seguido estas charlas a lo largo del año saben que nuestro mensaje central ha sido la conveniencia de retornar al amor, es decir a Dios. Sólo así se podrá instaurar un nuevo orden en el mundo en donde impere la paz. Por eso decimos una vez más, como alguna vez: "No importa a que religión pertenezcas: volvé tus ojos a Dios". A todos, sin excepción, paz y que tengan un buen año sin olvidar que uno construye su propio destino poniendo fe y de la mano de la divinidad.
Más cartas de amor... Amor, ¿qué decir? Sonará a perogrullada, pero después de 80 años vividos, se me ocurre que el amor humano, verdadero, se habrá de reconocer sólo después de haber sido sometido a muy rigurosas pruebas; y si las supera, es auténtico. Como el oro: se conoce que es legítimo luego de someterlo a un ácido tan poderoso que destruiría a cualquier otro metal. Y también como el platino, que en esta comparación sería el irrenunciable e insospechable amor a nuestro Creador. ¿Cómo entonces reconocerlo a priori? En mi ya larga vida, nunca pude. Te lo dejo a vos. Hace muchos años dos jóvenes mujeres, en distintas ocasiones, pero casi en el mismo tiempo, me hicieron preguntas semejantes: "¿Adónde se va la magia, el encantamiento, la ilusión?" A puro sentido común, luego de masticar la incógnita planteada, respondí con otra pregunta: ¿Tu magia adorna al objeto de tu ilusión, con cualidades que luego descubres él no tiene en la medida por ti esperadas? ¿Te ilusionaba que aquél proveyera a superar tus carencias?, Guillermo.
Norma Kossoy dice: Acerca del amor en la pareja, y ya que citaron a Freud, él dice que lo que le parece la mejor solución para la pareja, que lo mejor que puede ser un hombre para una mujer, es un niño. Y entonces habrá paz en los hogares, en los casos en que ella considere a su hombre como su niño y le dé el amor maternal correspondiente. Tengamos en cuenta que consideraba que era no la solución ideal sino el mal menor. Seguramente es una forma de llevar la paz a una pareja, aunque no promete mucha aventura y seguramente no la pasión. Claro que el amor-pasión no es fácil de llevar mucho tiempo. Si no, recordemos ese poema de Lope de Vega acerca de los "Varios efectos del amor", que una vez escuché recitar a Berta Singerman: "Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde, animoso no hallar, fuera del bien, centro y reposo mostrarse alegre, triste, humilde, altivo/enojado, valiente, fugitivo,/satisfecho, ofendido, receloso. Huir el rostro al claro desengaño,/beber veneno por licor suave,/olvidar el provecho, amar el daño: creer que un cielo en un infierno cabe; dar la vida y el alma a un desengaño; eso es amor. Quien lo probó lo sabe".
Candi II
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