Todoterrenos

El Sorento es más que una cara bonita

El todoterreno de Kia evidencia la evolución de la casa coreana en el segmento de los 4x4 de nivel superior: posee un motor turbodiesel de 2,5 litros y 140 caballos, reductora y chasis de largueros

Jorge Kaplán / La Capital

En un año de vacas flacas, Kia fue una de las pocas automotrices que operan en el país que se atrevieron a presentar en medio de la crisis un vehículo todoterreno, que además es importado y obviamente cotiza en dólares. El Sorento fue una de las pocas novedades para el segmento y demostró tener condiciones con que pelear a los tradicionales todoterreno japoneses y norteamericanos.

La primera impresión del Sorento es que se trata de un vehículo moderno y robusto, imagen que logra gracias a su diseño externo, que remite a ciertas similitudes con el Mercedes Benz Clase M, sobre todo de la cintura para arriba. Ayudan también el despeje del piso y los voluminosos neumáticos.

Hasta aquí aún se podría desconfiar de que se trata de un habitual SUV (Sport Utility Vehicle), eufemismo que se utiliza muchas veces para denominar a los 4x4 que no gustan mucho de ensuciarse las patas. Pero, observando algunos aspectos estructurales el Sorento se revela como un clásico todoterreno. Un chasis de largueros, recorridos de suspensiones largos, eje rígido, caja reductora, y protecciones adecuadas en las zonas bajas dicen que este 4x4 es más que una cara bonita.

Del diseño exterior, las imágenes valen más que las palabras, pero merecen mencionarse algunos aspectos: los elegantes apliques plásticos que abundan corren serios riesgos de daños y desprendimientos en incursiones off road. En cambio, la aerodinámica hace que aun a alta velocidad (llegó a 165 km/h) no sufra los golpes de aire ni se generen zumbidos molestos. La combinación de dos colores en el exterior es la frutilla del postre.

Un detalle: la luneta tiene apertura independiente del portón, ideal para tirar cosas adentro, pero además también opera con el comando de cierre a distancia.

El interior del Sorento posee todo lo que tiene que tener, y quizás un poco más. Tapizados de cuero y una larga lista de equipamientos de confort y seguridad, se mezclan con apliques símil madera y otros símil aluminio. Y este es un punto débil ya que el plástico no es ni madera ni aluminio, es plástico y se nota la diferencia.

El espacio es sumamente cómodo y se nota un cuidadoso trabajo en la funcionalidad, con detalles premium como el ajuste eléctrico de la butaca del conductor o el climatizador. Un souvenir del mundo del 4x4 es la brújula que además indica altura sobre el nivel del mar y la presión atmosférica.

Además, el respaldo de las butacas delanteras se puede reclinar totalmente conformando un verdadero coche-cama, y las configuraciones de los respaldos traseros permiten tener múltiples alternativas de carga.


La performance
El motor es un turbodiesel intercooler de 2,5 litros de cilindrada, 140 caballos de potencia y 32 kgm de torque máximo. Estas cifras le permiten al Sorento alcanzar prestaciones adecuadas, tanto en ruta como en off road, aunque la caja le juega un poco en contra.

El modelo que se comercializa el país posee una caja automática de cuatro marchas que resulta un poco lenta, y hay que tomarle el tiempo en casos de solicitaciones repentinas de potencia como en sobrepasos en ruta por ejemplo.

La transmisión del Sorento posee un sistema denominado Torque on Demand que consiste en tener todo el par aplicado en el tren trasero en piso de asfalto y seco. Cuando comienza a detectar patinamientos acopla la tracción integral con una distribución de torque según la necesidad y el grado de deslizamiento de las ruedas, llegando a repartir el par en 50% y 50%.

Todo eso en alta. Con una perilla se puede seleccionar el modo "Low" que en unos 5 segundos conecta la caja de transferencia y el diferencial central queda acoplado fijo.

En caso de ir en alta, es decir en el modo "4x4 Auto" la caja va acoplando y desacoplando la tracción integral, pero como le lleva un cierto tiempo leer la situación en casos de urgencias puede resultar un poco lento. Por eso en situaciones con riesgo de encajarse, mejor usar la baja con 4x4 permanente y que el motor vaya alegre.

De todas formas, la performance del Sorento es excelente, alcanzando los 165 km/h de velocidad máxima en ruta y con muy buena aptitud off road en baja. Además la fortaleza estructural ponen a este vehículo a la altura de modelos más costosos.

En ese sentido, el precio del Sorento es competitivo: cuesta 39.500 dólares para la versión EX (la más completa), tanto en el caso de la diesel probada como para la versión V6 naftera de 195 caballos y con el mismo equipamiento. Además, ya llegó al país una versión LX naftera V6 con un poco menos de equipamiento pero con las mismas características mecánicas, y a un precio sensiblemente menor: 33.500 pesos.

El balance de características, precio y prestaciones del Sorento es bastante positivo y demuestra la evolución de los productos coreanos en materia de todoterrenos, que se ponen a la par de otros modelos con mayor tradición. Una imagen que atrae las miradas, equipamiento premium, excelente habitabilidad y funcionalidad interior, y una mecánica robusta hacen de este modelo una opción a tener en cuenta para quienes gustan de un 4x4 apto para múltiples usos, incluso el off road. Una caja manual (se produce pero no llega a la Argentina) y un sistema de acople automático de la tracción integral más rápido, o permanente en alta, pondrían al Sorento al tope del segmento, pero lo que ofrece ya es bastante.