| domingo, 28 de diciembre de 2003 | Un detenido por brutal intento de robo Cayó un joven de 20 años por el ataque a un hombre de 64, baleado en una fábrica de Fisherton Oeste Un muchacho de 20 años fue detenido bajo la acusación de haber participado en el violento intento de robo a una fábrica de pegamentos de la zona oeste rosarina, en el que Alfredo Avigliano recibió un tiro en el cráneo. El ataque ocurrió en el mediodía del 24 de diciembre y desde entonces la víctima, un vecino de la localidad costera de Andino, agoniza en el Hospital de Emergencias.
El sospechoso, identificado como Gustavo Adrián Aquino, fue apresado ayer a la mañana en una humilde vivienda ubicada en Nicaragua 143 bis, en el interior de la villa conocida como La Fanta. Y los investigadores lo atraparon luego de que la hija de Avigliano, Elizabeth, de 34 años, recibiera una llamada telefónica anónima en la que se apuntaba a los autores del ilícito. El informante sólo brindó un nombre y un seudónimo. "Dijo que habían sido Lorenzo y Tuqui o Chanchi", confió una alta fuente de la Jefatura.
Precisamente Lorenzo es el nombre del otro muchacho que está sospechado de haber estado en la puerta de la fábrica de adhesivos químicos Interquim, ubicada en Colombia 126 bis. A Lorenzo Ramón Franco los pesquisas lo fueron a buscar a una casa de Nicaragua 145 bis, pero no lo encontraron.
Lo que sí hallaron los policías es una remera blanca que aparentemente tenía puesta el miércoles pasado. La prenda será sometida a una pericia para establecer si tiene alguna mancha de sangre.
Cruenta Navidad Alfredo Avigliano vive en la localidad de Andino y el miércoles había viajado a Rosario para visitar a su hija que trabaja en la fábrica de pegamentos del barrio Fisherton Oeste. Pasado el mediodía, en una reducida oficina se habían reunido los empleados para compartir un brindis por la Navidad.
En ese momento llegó Avigliano en su auto y enseguida se sumó al festejo. Cuando brindaban en vasitos de plástico, dos muchachos se acercaron en bicicletas. Uno de ellos quedó esperando sobre la calle sin bajar del rodado y el otro encaró armado hacia la puerta abierta de la oficina. Desde adentro lo vieron venir y presumieron que los jóvenes planeaban asaltarlo. La reacción del dueño de la firma, Jorge Couso, de un empleado y de Avigliano fue la de arrimar la reja que está adelante de la puerta ciega de chapa para impedirle el paso.
En ese momento, sin decir palabra, el desconocido abrió fuego. La bala impactó de lleno en el parietal derecho de Avigliano, que se desplomó al suelo. El hombre fue trasladado al Hospital de Emergencias y anoche se debatía entre la vida y la muerte en coma cuatro. enviar nota por e-mail | | |