Para Alberto Fernández, primero está la gente y después los acreedores

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, advirtió hoy que si la Argentina crece como está proyectado "antes que derramar (ese beneficio) en los acreedores, hay que derramar un poco en la gente".

"La persona que no tiene trabajo le cuesta mucho esperar. No es precisamente la situación de quien tiene un bono", afirmó Fernández, en alusión a las negociaciones que el gobierno mantiene con los acreedores de la deuda externa.

El funcionario sostuvo luego que "la Argentina ha tenido un nivel de endeudamento tan magnífico que, objetivamente, la posibilidad de cumplir las obligaciones el cien por ciento es virtualmente imposible".

"Todos están planteando una quita. Cuando nosotros hablamos de la quita parecía una herejía -continuó-. Pero resulta ser que ahora vienen a plantearnos quitas un poquito menores que la que hemos planteado nosotros".

Para Fernández, esto demuestra que "en la conciencia de todos sabían que esa deuda era imposible de ser pagada tal como estaba planteada".

"Lo que estamos planteando a los organismo internacionales de crédito es que si firmamos un acuerdo lo respetemos. Que a mi me vaya mejor no quiere decir que mi acreedor tenga derecho a pedirme más", opinó por radio América.

Sostuvo después que "estamos en negociaciones" y dijo que hay "posiciones de fuerza" que "hay que mantener y sostener".

"La Argentina comprometió de su superávit lo que puede objetivamente comprometerse -precisó. Si Argentina crecer, crecerá nominalmente su superávit".

Según consideró el jefe de Gabinete, "lo mejor que le conviene a los acreedores es que Argentina crezca, pero no pedirle un porcentaje mayor de superávit porque eso -dijo- significa postergar el crecimiento".

"En eso somos inflexibles", completó Fernández.

Tras la propuesta oficial de imponer una quita del 75 por ciento, tal como fue presentado por el gobierno de Néstor Kirchner en Dubai, iniciativa que supo cosechar multiples objeciones por parte de los tenedores de deuda argentina.

Por otra parte, se dispuso abrir un registro para inscribir a los acreedores privados que residen en el país y en el exterior.

Esta inscripción será voluntaria y podrá efectuarse a partir del 12 de enero de 2004 en representaciones oficiales de la Argentina ubicadas en Estados Unidos, Japón, Alemania, Italia, Gran Bretaña y Buenos Aires. (DYN)