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 domingo, 28 de diciembre de 2003

Mattievich abre una planta para fabricar sebo y harina de carne
Son insumos base para la industria alimenticia y la ingesta de animales. Se instalará en Carcarañá

Gustavo Orellano / La Capital

La compañía Industrias Frigoríficas Mattievich SA inaugurará el mes próximo en Carcarañá una moderna fábrica de sebo y harina de carne.

Así lo aseguró el presidente de la empresa, José Mattievich, en el marco de una cena que organizó en Casilda y donde estuvo presente el gobernador de la provincia, Jorge Obeid, quien valoró el emprendimiento al sostener: "Es importante porque generará mano de obra".

Si bien Mattievich ya posee las instalaciones que tradicionalmente se utilizan para elaborar este tipo de productos en Carcarañá y Arroyo Seco, con la puesta en marcha de su nueva planta logrará "una mayor calidad y capacidad de producción", según aseguró el gerente de operaciones, Jorge Torelli.

La inversión tecnológica posibilitará el procesamiento de 10 a 15 toneladas por hora de materia prima a través de un sistema lineal y continuo totalmente automatizado. Ello implica una producción mensual de 1.5 millones de kilos de sebo y la misma cantidad de harina de carne, un subproducto que se utiliza para alimentar cerdos, gallinas, aves o mascotas como perros y gatos.

"Con esta infraestructura podremos absorber los subproductos generados en todas establecimientos cárnicos que tiene la empresa en distintas localidades del sur santafesino y extender el servicio hacia frigoríficos de la zona norte y este de la provincia de Córdoba", explicó Torelli.

La empresa destinará su producción al mercado interno y tiene previsto exportar hacia países europeos", aseguró Mattievich. El sebo es demandado por refinerías donde es convertido en margarina para ser utilizada en la elaboración de galletitas, golosinas u otras alimentos de panificación o confitería.

La harina de carne se usa como sustancia proteica en alimentos para aves, cerdos, o mascotas como perros o gatos cuyo mercado es muy importante en la Argentina. Y Mattievich ya tiene contactos con clientes del rubro. La industria funcionará en la planta de faena de cerdo y ganado bovino que Mattievich tiene en Carcaraña y donde ya se está elaborando harina de carne, aunque por medio de un sistema más tradicional.

La tecnología que se pondrá en marcha fue provista por la empresa de ingeniería Fimaco, de la ciudad santafesina de Esperanza, y tiene el respaldo de una reconocida compañía americana.

"Se trata de una inversión importante", explicó Mattievich, aunque prefirió no hablar de números ya que "todavía -dijo- restan cosas por hacer para precisar costos o hacer estimaciones sobre posibles facturaciones de ventas".


La pelea por la Hilton
Por su parte Obeid aseguró que seguirá insistiendo para que Santa Fe no se vea perjudicada en el reparto de la cuota Hilton para la exportación de carnes al mercado común europeo. "Una tonelada más o menos significa puestos de trabajo y, en este caso, estoy convencido que debo ser un lobista en defensa de los interesas de todas las empresas frigoríficas santafesinas", dijo.

"Voy a pelear -añadió- para proteger a todas las empresas y evitar agresiones como la que se pretende hacer con la modificación del cupo de los cortes Hilton". Y en ese sentido sostuvo que "esto tiene que solucionarse legislando, porque no puede ser que la distribución de la Hilton quede al arbitrio de funcionarios que generalmente no saben un carajo de los problemas del interior. En primer lugar hay que ganar la batalla para que a Santa Fe no le toquen un gramo de cuota y después lograr, a mediano plazo, la sanción de una ley que proteja a los productores y a los frigoríficos santafesinos".

Por su parte Mattievich se mostró optimista respecto a la suerte que podría correr Santa Fe sobre el tema en cuestión al señalar que "hay esperanzas porque Obeid logró frenar la nueva resolución y consiguió una prórroga hasta fines de enero".

Consultado sobre el impacto que podría tener en el mercado local el mal de la vaca loca desatado en Estados Unidos, el empresario sostuvo que "se abren buenas perspectivas para el país, pero hay que hacer bien las cosas para no desaprovechar la oportunidad".

Mattievich tiene plantas frigoríficas en Casilda, Carcarañá, Puerto General San Martín, Rosario y Arroyo Seco, faena unos 34 mil cabezas y tiene empleadas a más de 900 personas.

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El ministro Desideri, Obeid y Mattievich, en la cena del viernes en Casilda.

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