Que no se termine nunca

El domingo 21 del corriente pasado nos reunimos un grupo de amigos a jugar un partido de fútbol. Y para despedir el año se organizó como es de costumbre un asado. Hace casi 20 años que estoy integrado al mismo y hemos logrado mutuamente una linda amistad. Comenzamos en el Club Bancario, donde me llevaron mis hermanos Luis y Gabriel; luego fuimos al camping municipal, después nos trasladamos al Club Teléfono y ahora estamos jugando en Baigorria, cerca del control. Todos los domingos del año estamos presente por la mañana, con frío, calor o lluvia. Hoy en día se han incorporado algunos hijos del grupo y eso es lindo ya que lo disfrutamos como en familia. Todos tenemos diferentes proyecciones y diferentes problemas, pero lo que hacemos es una descarga a tierra donde la pasamos bien y disfrutamos de lindos momentos. Ojalá que siga por muchos años hasta que Dios lo quiera.

Juan Manuel Moreno