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 sábado, 27 de diciembre de 2003

Paraguay al 300
Armado y decidido, un pibe obtuvo 9 mil pesos
Dijo buscar a una persona y así entró a una constructora. Dominó a una empleada y se alzó con un sobre jugoso

El chico, según los testigos de unos 14 años, llegó a una empresa constructora del macrocentro de la ciudad. Su condición de adolescente no despertó sospechas en la empleada que lo atendió. El pibe preguntó por un compañero de trabajo de su interlocutora. Cuando la chica se disponía a buscarlo, el arma que desenfundó el menor la inmovilizó. El resto fue sencillo para el muchachito, que con sólo extender el brazo recogió un sobre con nueve mil pesos y cheques que había en un escritorio. Se marchó con una socia, una mujer adulta que había entrado con él.

El robo ocurrió cerca de las 3 de la tarde en la empresa constructora Ceo, en una casa antigua reciclada ubicada en Paraguay 326. A esa hora, un pibe tocó el portero eléctrico de la firma. La que atendió el llamado fue María Luisa Serrano Boar, una empleada de 26 años de la constructora.

El desconocido le dijo a la empleada que quería hablar con una persona que trabaja en la firma y le brindó su nombre. Apenas, ella se dio vuelta para buscarlo, el menor sacó un arma y la encañonó. La mujer que había llegado con el chico sólo observaba la escena. "Le pidió plata, pero la empleada le dijo que no había", explicó el comisario Néstor Cabrera, subjefe de la comisaría 3ª, donde se radicó la denuncia por el atraco.

Entonces, el precoz ladrón mostró su resolución. Caminó hasta un escritorio, abrió uno de los cajones y se apoderó de un sobre. En él había nueve mil pesos en efectivo y cheques por un monto que no fue precisado. Cuando ya el pibe había tomado el dinero, Serrano Boar y un compañero que había llegado de otra oficina miraban los movimientos del maleante desde el suelo. "El pibe los hizo tirar al piso", comentó el oficial consultado.

Después, el ladrón y su cómplice se marcharon caminando sin que ningún testigo haya visto hacia dónde escaparon. Ayer a la tarde, la mujer que atendió a La Capital prefirió no brindar detalles del atraco. "Las personas que estuvieron cuando nos asaltaron no están y preferimos no hablar con los medios", respondió la empleada que atendió el portero eléctrico de la empresa constructora de Paraguay al 300.

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El joven ladrón obligó a los empleados a tirarse al suelo.

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