Crisis institucional

Una bomba, un fallo y muchas renuncias

Dimitieron en pleno el Tribunal de Penas y el órgano ejecutivo de la Liga Casildense de fútbol

El tribunal de Penas y el órgano ejecutivo de la Liga Casildense de Fútbol renunciaron en pleno a raíz de la fuerte polémica que desató un fallo por el cual se dispuso jugar los 38 minutos que le restan al segundo partido final entre Unión Casildense y Atlético Chabás cuyo desarrollo fue suspendido porque un hincha arrojó una bomba de estruendo que explotó casi en los pies del defensor Claudio Vallejos, del equipo chabasense.

En ese marco, el síndico de la institución, Fernando Vigo, convocó el martes pasado a los presidentes y delegados de los clubes para tratar de normalizar la situación, pero no tuvo éxito. No obstante se consensuó realizar para el 20 de enero próximo una asamblea donde se analizará la posibilidad de convencer a los directivos renunciantes para que revean su decisión o de lo contrario formar una comisión. Lo cierto es que hasta el año que viene no se sabrá quién será el campeón del torneo 2003 de la Liga Casildense y todo indica que no se jugará el campeonato nocturno.

El conflicto comenzó cuando el tribunal de penas decidió jugar los minutos que faltan del partido suspendido el pasado 7 de diciembre entre Unión y Atlético. Es que la entidad chabasense esperaba que Unión sea sancionada con la quita de puntos al considerar que "había elementos suficientes para probar que la bomba partió de su hinchada". Cuando su reclamo para que el tribunal revea la medida no encontró eco, el problema se agravó y los minutos restantes del suspendido partido aún siguen sin disputarse. La Casildense intentó hacer jugar a los finalistas el pasado 21 de diciembre, pero fue imposible por falta de acuerdo y por razones de seguridad.


Convocatoria y renuncia
Al día siguiente del frustrado encuentro la Liga Casildense convocó a las dos clubes para buscar una salida que no logró y ante falta de entendimiento el órgano ejecutivo terminó renunciando en medio de fuertes acusaciones. Y luego los integrantes del tribunal de penas tomaron la misma actitud. Ahora sólo resta esperar qué ocurrirá el 20 de enero cuando los clubes afiliados a la Liga Casildense se reúnan para intentar superar la crisis institucional, aunque para ello deberá primar la cordura y la racionalidad sobre los intereses particulares.

Los directivos de Atlético calificaron de "arbitrario e injusto" el polémico fallo del ahora renunciado tribunal de penas de la Liga Casildense además de sostener que "perjudica a nuestra institución moral y económicamente, premiando la violencia y creando un pésimo antecedente para el fútbol de la región".

"Los partidos de fútbol -añadieron en un comunicado que lleva la firma del presidente de la institución, Raúl Tasello- se deben ganar jugando dentro de la cancha y no en las enredadas y burocráticas tramas legales a la que nos sometieron a causa de una violencia ajena a nuestra entidad".

No obstante y a pesar del enojo, Atlético aceptaría jugar el partido suspendido si lo ordena el Consejo Federal de Fútbol, aunque los ánimos no son buenos y las autoridades de la institución temen por posibles incidentes.