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 domingo, 14 de diciembre de 2003

Aníbal Fernández despegó al Senado "en su conjunto"

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, advirtió hoy que el ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto es "un chorro que se arrepintió, pero un chorro al fin", y dijo que lo que denuncia es la "corrupción del gobierno de la Alianza con algunos senadores" y no con la Cámara alta en su conjunto.

El ministro sostuvo además que si el gobierno de Fernando de la Rúa pagó para que se aprobara la reforma laboral "hay que anular esa ley inmediatamente", tras lo cual le dio "crédito" político al ex vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez por haber denunciado "oportunamente" el tema.

El último viernes, Pontaquarto reveló a la justicia que en abril de 2000 el gobierno del entonces presidente De la Rúa repartió casi 5 millones de pesos a senadores nacionales para obtener la sanción de la ley de Reforma Laboral.

Hoy, Fernández aclaró -en diálogo con esta agencia- que "Pontaquarto es un chorro, no es un benefactor de la humanidad, es un chorro que se arrepintió, pero un chorro al fin".

El jefe de la cartera política sostuvo que están "todos los elementos para que se llegue hasta el final" del caso, y opinó que, si se comprueban los dichos de este señor Pontaquarto, los responsables "van a tener un fuerte dolor de cabeza".

"No es una nimiedad lo que se está planteando, es un vicio de la voluntad. Es la corrupción de la Alianza con algunos senadores, no importa del partido que sean", insistió.

Fernández consideró después que Pontaquarto echó un "manto de certidumbre sobre un hecho que todos los argentinos teníamos masticado pero nunca lo pudimos tragar".

"Alvarez tiene un crédito que se ganó: lo dijo oportunamente. Y lo de Pontaquarto -continuó-, yo no sé por qué salió ahora a contar todo esto, pero se está autoincriminando y eso le da verosimilitud a los hechos".

Precisó, por otra parte, que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, instruyó al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para que estudiara el tema en torno de una posible anulación de la polémica ley.

"Cuando se votó la ley me agarró un ataque porque precarizaba el trabajo. Yo llamé a los senadores, en ese momento era ministro en la provincia, para decirles que era una aberración lo que estaban haciendo y, salvo Antonio Cafiero, nadie me llevó el apunte", recordó.

"No tengo dudas de que si se muestra el vicio de la voluntad hay que anular la ley inmediatamente", reiteró. (DYN)

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