Tenis: Cañas recuperó imagen ante el híbrido Gaudio

Willy jugará hoy la final frente al sorprendente Edgardo Massa

Rodolfo Parody / La Capital

En el duelo de dos necesitados, Guillermo Cañas fue más. Willy, que está buscando recuperar su mejor ritmo, derrotó en las semifinales de la Copa Argentina por 6/2, 4/6 y 6/1 a Gastón Gaudio, quien sigue con la misma endeblez anímica de siempre. El otrora número uno de la Argentina en la temporada 2002 enfrentará esta tarde, a las 19, en el encuentro decisivo al sorprendente Egdardo Massa, que venció a Juan Ignacio Chela por 2/6, 6/1 y 7/5.

Gaudio fue apenas una sombra en el primer set. Sin inventiva, sin imaginación, no pudo con la mayor efectividad y solvencia de Cañas, que expuso sobre todo entrega para no dar por perdida ninguna pelota. Atributo más que suficiente como para imponerse en la primera manga por 6/2.

Nada se alteró en los dos primeros games del segundo set. Fue tan así que el grito que partía de la tribuna hacia Gaudio "poné huevos" no hizo más que graficar el pobre desempeño que tenía hasta ese momento. Pero, inesperadamente, el tenista empezó a mostrar esa gama de recursos que sólo sus bajones anímicos pueden empalidecer.

Gaudio pegó con soltura, haciendo fácil lo que para otros es demasiado complicado y volviendo estéril la entrega de Cañas. Y cerró el parcial con un 6/4 a su favor.

En el tercer set otra vez apareció el ciclotímico Gaudio. Ese que no acierta una, que pega de manera defectuosa y que es presa de cualquier rival. Y si encima del otro lado está Cañas que devuelve todo es lógico que el resultado final le resulte desfavorable al Gato.


El convidado de piedra
El convidado de piedra se quedó a la fiesta del final. Edgardo Massa ya había dado la sorpresa al eliminar al chileno Nicolás Massú, número 12 del ránking mundial, y ayer volvió a dar la nota superando en semifinales a Juan Ignacio Chela (38 del escalafón). Con inteligencia, obligando a su rival a moverse de un lado a otro, se quedó con la victoria por 2/6, 6/1 y 7/5.

La historia en el comienzo iba a ser muy diferente. La potencia de los golpes de Chela eran demasiado para Massa, que no podía desarrollar su juego. Pese a la tendencia a veces excesiva de golpear de drive, cuando lo más adecuado hubiese sido hacerlo de revés, la fuerza de sus impactos lo hicieron prevalecer en el primer set. A partir de un saque profundo controló el juego, y con los quiebres en el primero y quinto game, se llevó el set con relativa facilidad.

El cambio de actitud de Massa produjo un quiebre en el partido. Salió a jugar con decisión, sacando provecho de un Chela que aflojó en sus golpes. Massa metió diagonales intentando en todo momento sacar de la cancha a su contrincante y así cerró el set por 6/1.

Nada se alteró en el set decisivo, cuando Massa siguió combinando golpes y moviendo a Chela. Y fue su noche, con otro triunfo para seguir sorprendiendo.

Cañas mostró picos de muy buen nivel.