| domingo, 14 de diciembre de 2003 | ¿Te acordás hermano? Kelmen Gurutz Muro: En el arco, una pared Surgió en Sparta y jugó en Newell's, Córdoba, Tigre, Gimnasia y Estudiantes de la Plata. Pero siempre lució la camiseta de Patoruzú Javier Parenti / La Capital Hace diez años Kelmen Gurutz Muro regresó a la ciudad que lo vio nacer en la Navidad de 1916. A su Rosario, en la que creció atajando en la cancha de Sparta -club en el que su padre Julián fue presidente- hasta jugar en primera en 1935, donde se hizo grande en Newell's (37) y Central Córdoba (38). Al año siguiente, cuando leprosos y canallas empezaron a jugar los torneos de AFA se fue a Tigre, al tiempo que estudiaba abogacía en La Plata, donde fue a jugar en el 40 para Gimnasia y en el 41 en Estudiantes. Pero ese año se recibió de abogado y entonces eligió dejar el fútbol con sus jóvenes 25 años.
Pero si bien Muro defendió el arco de estos clubes, siempre tuvo una sola camiseta. ¿Cuál?
"La de Patoruzú (un equipo de barrio, de calle Mendoza al fondo). Era de color marrón y con la cabeza del popular indio bordada en el pecho. Siempre jugué con esa, la del equipo al que me habían llevado los veteranos de Newell's Gaubeca y el Petiso Miguel, quien también jugó en Central", recuerda Kelmen sin olvidar también que integró el equipo de la Universidad del Litoral que salió campeón de la olimpíada universitaria del año 34.
El fútbol grande de entonces en Rosario pasaba por la Rosarina, el torneo Molinas. Y Muro debutó en el 34 "con un 4 a 1 sobre Central, el de la famosa delantera con Cagnotti, Gómez, Guzmán, Potro y el Chueco García. Sparta no hacía grandes campañas pero era una especie de cuco para los auriazules".
Sus buenas actuaciones le abrieron las puertas de Newell's, el club del que fue hincha, en el que compartió equipo "con Ezequiel Tarrío y Norberto Soneyro". Pero sólo estuvo una temporada en el Parque y su paso a Tablada dejó una anécdota que aún recuerda.
"El domingo se jugaba el partido entre Newell's y Central Córdoba y en los diarios de entonces salió que yo jugaría para Newell's, pero ese día debuté en el arco de Central Córdoba y ganamos. Además, fue algo muy importante para mí porque reemplacé a uno de los mejores arqueros de la época como era Tito Funes".
Tiempos en que "las canchas no tenían el césped de ahora y no existían los guantes. Nos escupíamos las manos para tener mayor adhesión a la pelota. Con la mano húmeda el cuero se podía agarrar mejor". Y en cuanto a sus características, Muro dice que "en los centros era salidor y de ahí me quedó la satisfacción de que jugando para Gimnasia jugué contra el San Lorenzo del Vasco Lángara, que era un gran cabeceador y no me hizo ningún gol. Siempre le sacaba la pelota de la cabeza".
Pero el fútbol no era todo para este hijo de vascos (su padre Julián fue fundador del centro rosarino Zazpirak Bat), que aprovechaba para "con los pocos pesos que ganaba pagarme la carrera de abogado. No se ganaba la millonada de pesos de hoy (en Gimnasia cobraba 300 pesos), pero era un ingreso satisfactorio en relación al costo de vida".
"Y cuando me recibí en el 41 ya había pasado a Estudiantes, donde era suplente de Ogando, y preferí dedicarme de lleno a la abogacía. Y me quedé en La Plata, desde donde volví hace alrededor de 10 años", explica.
Ahora, con sus casi 87 años se mantiene activo, con un bastón que ayuda a mover su imponente físico de arquero y que le permite moverse de un lado a otro, como hace todos los lunes para ir a revivir viejos tiempos con ex compañeros en la Mutual de Ex Jugadores del Fútbol Rosarino. Así como hace al hojear el libro de recortes que tanto atesora y que dan fe de su pasado futbolístico. Ese que lo muestra con la camiseta marrón y la imagen de Patoruzú bordada en el pecho. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Kelmen y sus recuerdos atesorados en un álbum. | | |