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 domingo, 14 de diciembre de 2003

Fuera de foco
Marcelo Moguilevsky: "Nos juntó el deseo de hacer"
Dijo que junto a Juan Falú propone otra visión del folclore

-¿Qué antecedentes existen de duetos de guitarra y vientos en el folclore?

-No hay otros que yo conozca. Sí se han utilizado en las orquestas de tango. Cuando era chico vi actuar armoniquista Hugo Díaz en mi colegio y ese recuerdo me quedó para siempre. Además mis viejos escuchaban mucho folclore.

-¿Tu familia es rosarina?

-Yo nací en Rosario y me fui de muy chico. Mi familia es entrerriana, de la colonia judía de Basavilbaso y grabé un disco junto a César Lerner que precisamente se llama "Basavilbaso".

-Tocás saxo, armónica, clarinete, flauta dulce y cantás, ¿cuál es el preferido?

-La verdad es que la preferencia está en elegir un instrumento para tocar cada tema. Cuando me llega el tema pienso cuál es el timbre que necesito y decido si cantarlo, silbarlo o tocarlo. Creo que la voz es el instrumento más completo y es una alegría cantar con Juan (Falú). Los dos cantamos a pesar nuestro (risas).

-¿Qué efectos se logran combinando instrumentos de forma desacostumbrada?

-Hay una guarania, "Que lo diga el río", tocada con clarinete bajo, porque creo que precisaba un timbre profundo, que lleve a la situación contemplativa. En el primer disco que hicimos con Juan también había una guarania tocada con armónica. "Las golondrinas", por ejemplo, la bajamos de tempo y la llevé a la armónica. Para mi es una sensación distinta usarla como melodista porque todo suena mucho más lírico.

-Otra de tus especialidades es la música klezmer, ¿de qué se trata?

-Es una música de más de dos siglos, propia de los judíos de Europa centrooriental, que trajeron los inmigrantes a la Argentina junto con el idish. El klezmer es música del pueblo; tiene la maravilla de reunir temas superalegres, bailables y fogosos con otros que reflejan la tristeza infinita y reflexiva. Acá se conoce poco del klezmer porque no es la música del casamiento judío, es absolutamente folclórica.

-¿La unión de un descendiente de árabe y un judío sobre el escenario tendrá otros alcances, más allá de lo artístico?

-La verdad es que es un encuentro que se dio hace mucho y hasta ahora no lo mencionamos públicamente. Juan (Falú) tiene sus relatos sirio libaneses, es un gran cocinero de sus comidas típicas y yo hago klezmer: la unión es fraternal, nos juntó el deseo de hacer algo que tiene que ver el folclore argentino. El título "Semitas", que le pusimos al disco que presentamos fue para mostrar la fraternidad. Estamos mucho más allá de los conflictos.

-Sos un artista que visita el tango, el jazz, la música judía y el folclore, ¿no tenés miedo de no ser creíble?

-Cuando toco cada estilo sigo siendo el mismo; en eso soy creíble. No diría que soy un músico folclórico, ni un músico klezmer solamente. Me crié escuchando a Sui Generis, Piazzolla, los Beatles, Stravinsky, por eso me encontrás en distintos proyectos. Respecto de los instrumentos cabría la misma pregunta: toco el piano, el bajo, la trompeta, me dedico a distintos tipos de música incluyendo las de cine y teatro.

Juan Falú y Marcelo Moguilevsky actúan hoy, a las 22 en El Aserradero, Montevideo 1518.

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El CD "Semitas" alude a la fraternidad.

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