| domingo, 14 de diciembre de 2003 | La automotriz de Alvear baraja conservadores pronósticos de crecimiento GM frena sus inversiones a la espera de señales económicas García Carmona, directorde la empresa, supeditó el segundo turno a que vuelva un mercado de 300 mil autos La automotriz General Motors (GM) posterga sus planes de expansión en la planta de Rosario en la medida que no vean condiciones de estabilidad clara en la economía argentina. "Solamente con un mercado de 300 mil autos se puede reactivar el segundo turno de producción", dijo en forma categórica el director de la compañía, Alberto García Carmona, para quien las mejores medidas de reactivación que puede implementar el gobierno deben pasar por el cumplimento de los compromisos externos y la fijación de reglas previsibles en materia de política económica.
El ejecutivo pronosticó que el mercado interno para el año próximo va a tener un crecimiento "pausado y bastante conservador", aunque será levemente mejor que en 2003, que llegó a las 148 mil unidades.
Pero los números, aunque alentadores respecto de 2002 cuando apenas tocó las 98 mil unidades y rozó el piso más bajo de los últimos treinta años, están muy lejos de alcanzar los niveles de los buenos tiempos de 500 mil autos.
En ese escenario, la posibilidad de pensar en el lanzamiento de nuevos modelos está al menos en stand by para la compañía, que este año trabajó al 50 por ciento de su capacidad instalada, con una producción que alcanzó los 45 mil autos.
El directivo fue categórico a la hora de exponer los planes de la empresa para el corto plazo. "Este año nos manejamos con un primer turno, en algunos casos se trabajaron horas extras, y vamos a seguir haciéndolo así hasta que veamos que haya condiciones de estabilidad", sentenció.
Para más datos aclaró: "Tenemos la perspectiva de cualquier empresario, producimos, vendemos y tenemos que ganar plata, esa es la fórmula básica".
A su juicio, las medidas oficiales que se implementaron para paliar los efectos de la crisis económica de la Argentina poco aportaron al crecimiento del sector automotriz. "El plan Boden prácticamente no funcionó para las empresas que producimos", dijo García Carmona. "Son medidas de estímulo artificial que se pueden implementar en una coyuntura, pero si la aplicás sólo con una serie de modelos, estás distorsionando el mercado".
Nada más desaconsejable a su criterio para una etapa de poco volumen y de crecimiento en la participación de las empresas en el mercado.
Ante un mercado distorsionado "hay que tratar de equilibrar ese subsidio con subsidios propios", dijo el directivo, para quien la medida era sólo una opción para la gente.
De ese modo, consideró "saludable" que el Estado encare de otra forma los incentivos. "Sería bueno que el gobierno pague rigurosamente su deuda, ya que saneada la situación financiera ayuda a las empresas a mejorar sus resultados económicos y a planerar inversiones a futuro", señaló García Carmona.
Por otra parte, considero esencial una actitud oficial tendiente a "fijar un plan de reglas claras" en torno a temas clave como el destino del Mercosur o el precio de los combustibles, entre otras cuestiones. "Eso da credibilidad", argumentó.
Diversificando mercados El directivo de GM explicó que el segundo pilar de la producción, además del mercado interno, pasa por la exportación. En ese sentido expresó que en la Argentina "cambiamos un poco el rumbo de los mercados", hacia México y Chile.
Aunque el objetivo de máxima de la empresa es "fabricar en Argentina lo que no se fabrica en Brasil", hasta que llegue ese momento "tenemos que mantener la planta funcionando", razón por la cual orientaron sus ventas externas a otras plazas.
La crisis de Brasil también hizo lo suyo. El año pasado las exportaciones de GM Argentina a ese mercado cayeron un dos por ciento, y no esperan una recuperación en esa plaza, por lo cual reorientaron sus negocios hacia otros destinos con una proyección de crecimiento del 10 por ciento en el mercado internacional para el año próximo. enviar nota por e-mail | | |