En marcha. Eduardo Remolins, secretario de la Producción

Un balance económico favorable

Con un paquete de importantes obras públicas y privadas proyectadas, ¿se puede hablar de una ciudad en marcha cuando su índice de desocupación viene superando la media nacional? (el último calculado en mayo fijaba para Rosario un 17,9 por ciento, mientras que a nivel nacional se registró un 15,6 por ciento). Para el flamante secretario de la Producción, Eduardo Remolins, "sí se puede", y para argumentar su respuesta le apuntó a La Capital cuatro aspectos económicos favorables a tener en cuenta.

Según el funcionario el paquete de obras planificadas para el 2004 implicará un mayor nivel de productividad. Para él, con la mejora de la infraestructura de la ciudad, a través de obras viales se beneficiarán los grandes centros comerciales y de entretenimiento en marcha y Rosario se transformará en un centro de atracción para el interior. "Nada tendrá que envidiarle a Córdoba", remarcó Remolins.

A la productividad sumó la atracción que generan las obras para las empresas que planifican radicarse en la ciudad. "Es importante para los ejecutivos de las firmas que quieren instalarse aquí encontrarse con un lugar agradable: espacios públicos atractivos y limpios, apertura de obras, buenos colegios y zonas de vivienda son la mejor imagen para atraer capitales", señaló.

También se refirió al crecimiento de la mano de obra al decir que no es un secreto que esa variable va de la mano con el aumento de la construcción. Pero además, Remolins destacó que al no ser altamente calificado el empleo que genera esta actividad, se favorece mayoritariamente a la gente que tiene menos posibilidades de insertarse en el mercado laboral.

Remolins señaló en cuarto lugar lo "importante" que es que muchas de las empresas que ganaron las licitaciones de las obras proyectadas sean rosarinas. "Esto no sólo favorece a las firmas locales, sino que también reactiva a las que desde la ciudad y la región les proveen de insumos", indicó el funcionario.


"Una oportunidad"
Ahora bien. ¿Qué implicará para los pequeños comercios la apertura de grandes híper y centros comerciales en Rosario? Remolins respondió: "Más que como un riesgo esto hay que verlo como una oportunidad".

Para él, es el momento de generar mayor demanda comercial. Esto significa promover servicios comerciales y logísticos para atraer a la gente de la región de 200 kilómetros a la redonda. Y para explicar mejor la idea apeló una vez más a la mención de la capital mediterránea. "Los cordobeses construyeron en los 90 varios hoteles cinco estrellas y se encontraron con el doble de plazas hoteleras. ¿Qué hicieron? Apelaron a la iniciativa privada y al miniturismo y se favorecieron todos, chicos y grandes. Nosotros tenemos que hacer algo similar, sobre todo si tenemos en cuenta que somos más turísticos como ciudad, aclaro que no hablo de las sierras. Tenemos la costa, un movimiento cultural y nocturno mejor que Córdoba, museos y mucha riqueza arquitectónica", señaló.

En el mismo sentido, el funcionario se refirió a la posibilidad de atraer hacia la ciudad a los turistas de los países limítrofes, especialmente a los de Chile y Uruguay, que vienen al país con distintos fines.

"Los chilenos viajan para hacer compras a Mendoza o Buenos Aires -dijo- pero si logramos aumentar las frecuencias de vuelo, entre otras cosas, podrán elegir a la ciudad no sólo comercial sino turísticamente".

En el caso de los uruguayos, aseguró que son muchos los que vienen a la Argentina a comprar ropa para luego vender en su país. Y en ese sentido consideró que hay que aprovechar el fenómeno para ofrecer productos locales, sobre todo en el rubro textil, que tiene en la ciudad un importante desarrollo. "Hay que ofrecer a Rosario en la región, tenemos el puente a Victoria y mucho más que nos juega a favor. Pero también tenemos que vender a la ciudad en los países limítrofes. Esta es la oportunidad", remató.

Eduardo Remolins es más que optimista