| domingo, 14 de diciembre de 2003 | Vinieron desde ciudades santafesinas y de otras provincias Miles de fieles ya esperaban ayer un turno para Ignacio Los primeros llegaron anteanoche y ocuparon el polideportivo. Promesas, pedidos y agradecimientos Una vez más el padre Ignacio Peries convocó a miles de fieles que fueron en busca de turnos para recibir su bendición a lo largo del año próximo. Los colaboradores del sacerdote estimaban ayer por la tarde que había más de cuatro mil personas reunidas en el Polideportivo de la Parroquia Natividad del Señor (en barrio Rucci) y los primeros habían llegado anteanoche para comenzar a hacer la larga fila. "La fe", "los problemas familiares", "los agradecimientos" y "las promesas" fueron los motivos que la gente enumeró cuando se le preguntó sobre la razón de su presencia en el lugar. Para algunos era su primera vez, otros concurren a retirar su turno todos los años. Eso sí, una vez más se repitió la postal de personas llegadas no sólo de diferentes localidades de la provincia, sino también de Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires, entre otras.
"Hace siete años que vengo para poder ver a Ignacio, por la fe que él me inspira y porque necesito ayuda", confesó Nancy, mientras esperaba bajo el sol desde el mediodía.
Pero los primeros llegaron anteanoche y lo hicieron desde la localidad de Vera, en el norte provincial. "Siempre hay gente que viene uno o dos días antes, lo que siempre recomendamos es que vengan con elementos para resguardarse del sol y zapatillas cómodas", señaló uno de los colaboradores del sacerdote.
Así, la fila estaba atestada de paraguas que servían para protegerse del sol, mientras que las botellas de agua y los abanicos fueron necesarios para combatir el intenso calor de la tarde de ayer.
El Servicio Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies), estuvo trabajando en el lugar desde muy temprano. Uno de los médicos del lugar señaló que "se atendieron a más de 80 personas con lipotimias, bajones de presión e insolación". Y por eso recomendaban a la gente que tomara "un vaso de agua por hora y que de a ratos se sentara a la sombra" de los pocos árboles que tiene el lugar".
Desde temprano Sergio llegó con su familia apenas pasadas las 7 de ayer. "Es la tercera vez que vengo y lo hacemos no sólo por la fe que tenemos, sino porque Ignacio es el único que nos puede ayudar", contó el hombre.
Susana, por su parte, vino desde la provincia de Córdoba y también se acerca al sacerdote todos los años. "Desde hace mucho tiempo vengo siempre porque a él le tengo muchísima fe y me da paz interior", aseguró la mujer, que estaba esperando desde las 8 de la mañana y se disponía a pasar el día.
Para otros, en cambio, ésta era la primera vez. "Tengo muchos problemas familiares y necesito ayuda, por eso estoy acá", explicó Santiago, que estaba acompañado por su hija.
Así, cada uno por motivos diferentes, los fieles esperaron la hora de ser trasladados a la capilla, donde escucharán la misa y después recibirán el esperado turno para ver al sacerdote el año próximo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Paraguas, abanicos y el agua, claves en la fila. | | |