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 domingo, 14 de diciembre de 2003

La conjura de los ladrones de libros

Miles de libros de valor incalculable fueron robados de la Biblioteca Real Nacional de Dinamarca, 25 años atrás, "como en un thriller de Umberto Eco", pero el caso comenzó a esclarecerse a partir de un hecho fortuito, comentó el diario Politiken de Copenhague.

Entre las 3.200 piezas faltantes, hay manuscritos del filósofo Immanuel Kant, varios atlas del siglo XV y una gran cantidad de libros antiguos que fueron llevados para su venta a la casa de subastas Christie's, pero despertaron sospechas y averiguaron si alguno provenía de la Biblioteca danesa.

A partir de ese momento, la policía allanó la casa de la oferente -la viuda alemana de un bibliotecario- y encontró 1.650 libros en 74 cajas de mudanzas: la mitad de las piezas desaparecidas. Ahora la mujer y otros tres sospechosos están en prisión.

Según las primeras pesquisas, el único ladrón pudo haber sido el esposo que entre 1960 y 1970 trabajó en la biblioteca como especialista en temas orientales.

Los periodistas calcularon que el hombre, considerado respetable, se llevó al menos un libro valioso por día durante diez años sin despertar sospechas.

El conjunto de libros robados a valores actuales oscila entre los 150 y 300 millones de coronas (entre 20 y 40 millones de euros/entre 25 y 50 millones de dólares), comentó el jefe de la biblioteca, Erland Kolding Nielsen.

De esta manera, desaparecieron de los estantes primeras ediciones de Martín Lutero y de los astrónomos Johannes Kepler y Tycho Brahe.

El diario Politiken al relatar el caso marcó una diferencia entre la historia real ocurrida en Copenhague y la inventada por Eco en "El nombre de la rosa", novela cuya trama fabula sobre los robos misteriosos de libros en la biblioteca de un monasterio.

En ese entonces, plena Edad Media, los robos ocurrieron porque los libros eran considerados "terriblemente peligrosos". Pero en el siglo XX, para el ladrón de Copenhague eran "terriblemente valiosos".

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