Estímulo para la mente y el cuerpo

Este año comenzó a funcionar un foro barrial de salud. "El objetivo es crear un lugar con actividades permanentes con el fin de retrasar el proceso de pérdida de vitalidad. Estimular el cuerpo con la actividad física y la mente con la actividad social", explicó el médico de familia Daniel Gurevich, integrante del Foro Barrial de Salud de Empalme Graneros.

"Todos los sábados hacemos caminatas de 3 o 4 kilómetros por distintos lugares recordando cómo eran antes o qué había allí. En un momento del trayecto nos detenemos para hacer ejercicios", relató Dora Sessia de Titón, integrante del foro y presidenta de Tercera Edad de la vecinal, quien agradece a los médicos la realización de estas actividades que de otro modo serían inaccesibles.

Uno de los integrantes del Centro de Jubilados de Empalme Graneros que también se sumó a las caminatas organizadas desde el foro dijo a La Capital respecto de la actividad, "cuando creo no dar más, luego de la gimnasia, me siento renovado. Me voy a animar a comenzar las clases de gimnasia que se dictan en la vecinal", confesó.

Para el año próximo el foro, que funciona en Juan José Paso 2490, tiene programada la realización de cursos de cuidador de ancianos, terapista comunitario, animador comunitario, rehabilitación, control de presión hidratación, control de medicación y resucitación cardiopulmonar. Además desarrollará charlas y talleres sobre literatura, actualidad, sexualidad, memoria y cine debate y están programadas clases de gimnasia, coro, teatro y baile. "Trabajando con los jubilados nos damos cuenta de que la capacidad y la fuerza espiritual que tienen es enorme. Nosotros pudimos progresar porque ellos forman parte de esta tarea", remarcó Alvarez Lemos.

Finalmente, Gurevich dijo que ambiciona realizar actividades que integren a chicos y abuelos. "Los más jóvenes tendrán la oportunidad de reconocer los valores de los viejos y escuchar la experiencia de cómo hicieron este país. Tenemos la cultura de que todo es una porquería y para qué vamos a hacer más cosas y entonces nadie hace nada. Los viejos podrían apadrinar a los niños, ver películas juntos, discutirlas desde distintos puntos de vista. De esta manera, la brecha generacional se vería superada por el amor", concluyó el médico.