| miércoles, 10 de diciembre de 2003 | La lluvia achicó pérdidas de la nueva cosecha gruesa Se estimaban quebrantos por 1.000 millones de dólares. Ahora calculan 600. Todo depende del clima Con las lluvias caídas durante los últimos días en los principales cinturones agrícolas del país, se optimizaron las siembras de los granos gruesos de este ciclo y esto permitió proyectar menores quebrantos, de acuerdo a estimaciones privadas.
De cara al nuevo escenario que se presenta en Córdoba, por ejemplo, la consultora Granos del Paraná señaló que el aporte de humedad que recibieron las superficies destinadas a la siembra de soja y maní facilitará la evolución de los implantes de este ciclo, que registraban importantes retrasos en su concreción.
Entre tanto, desde la cartera agropecuaria de esa provincia y según confirmó la Secretaría de Agricultura de la Nación, el avance en las coberturas de este ciclo permitirá reducir las fuertes pérdidas que se proyectaban para el agro cordobés.
En ese contexto, analistas del circuito granario local agregaron que no pocos ya habían estimado quebrantos del orden de los 1.000 millones de dólares en la campaña agrícola 2003/2004 de la provincia mediterránea, cifra que, a partir de la ocurrencia de lluvias durante los últimos días, podría reducirse significativamente.
A esta altura del año durante la campaña pasada el fenómeno de El Niño había generado un importante plus de precipitaciones sobre el centro norte de la región pampeana. Este comportamiento se reflejaba en reservas muy por encima de lo normal para la época. Cerrando el mes de noviembre, el efecto del fenómeno de El Niño mostraba un decaimiento, pero los perfiles recargados permitieron una buena evolución de los cultivos.
Pese a que la situación ahora se revirtió tras las últimas precipitaciones, el panorama reviste mucho cuidado y tiene una evolución sesgada por la buena administración del agua, explican los especialistas. Este último concepto cobra trascendencia sobre la mayor parte de la provincia de Córdoba y sectores del centro sur de Santa Fe.
Sin embrago, especialistas sectoriales no desestimaron que "habrá pérdidas", pero vaticinaron que "serán menores" a las primeras proyecciones que se dieron a conocer sobre el tema y, en ese sentido, arriesgaron que "quizá no superen los 600 millones de dólares".
De todos modos, el hecho que se reduzcan los quebrantos que se esperaban sigue condicionado a la evolución favorable del clima, para que puedan cubrirse todas las áreas cordobesas previstas a sembrar con granos gruesos en esta campaña.
Respecto de uno de los cultivos tradicionales de la región, como es el maní, que en Córdoba produce el 80% de la cosecha nacional del grano, productores regionales nucleados en el ruralismo confederado dijeron que se está trabajando contra reloj para aprovechar el período de siembra anual.
Anticiparon que esperan cubrir unas 200 mil hectáreas, que de arrojar una zafra con rindes históricos medios, permitirán cubrir la demanda internacional de maní, o por lo menos cumplir con compromisos de exportación ya contraídos con clientes tradicionales del producto argentino.
Esto configura, a pesar de perfilarse buenas condiciones para la siembra de soja un panorama de cuidado atendiendo los magros niveles de reserva de los cuales esta partiendo el sistema. Debe quedar claro que si bien las perspectivas son mejores que en los meses anteriores, las lluvias necesarias como para recuperar la humedad del perfil son demasiado elevadas y poco probables.
Las lluvias tenderían a totales mas cercanos a los normales cerrando diciembre, pero es probable que estas aún sean insuficientes como para lograr niveles óptimos de reserva. En resumen, la campaña va a ser difícil para las zonas mediterráneas, pero al menos ahora los productores pueden pensar que la campaña es posible. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Las precipitaciones facilitarán el implante. | | |