Crítica despedida de un edil

"Me despido sin haber podido dar una nueva reglamentación acorde con el funcionamiento de la noche cañadense ni haber podido modificar una ordenanza de 1983", disparó Sebastián Caggiano tras su última sesión en el Concejo cañadense. La afirmación sonó a una dura crítica al desempeño de los concejales y dio la razón a muchos cañadenses que opinan que los ediles "no se ocupan de los asuntos problemáticos", como el horario de los boliches bailables y el expendio de bebidas alcohólicas a jóvenes. Caggiano consideró que la culpa de la omisión en el tratamiento de ese asunto "no debe centrarse sólo en el Concejo", sino también en "los distintos estamentos de la comunidad que no trabajan en forma mancomunada cuando se debaten aspectos que deberían ser prioritarios". El ahora ex edil justicialista recordó que su proyecto apuntaba a adecuar la "nueva realidad" de los horarios nocturnos a una ordenanza que recibió el apoyo de sus pares, pero fue criticada porque extendía el horario a los menores. La actual ordenanza obliga a los boliches a cerrar a las 4.30 durante los fines de semana, pero no se cumple.