| lunes, 08 de diciembre de 2003 | Cámpora: "Ahora ni loco me voy de Central" Mauricio Tallone / La Capital Javier Cámpora ahora sí siente que ya no está a la sombra de nadie. Muy lejos parecen haber quedado aquellos días en los que el Cabezón veía pasar los partidos de Central en el Apertura y su único aporte se reducía a cumplir religiosamente con la rutina de los entrenamientos. Eran tiempos de guardar toneladas de desilusiones en el bolsito que se colgaba para emprender el camino a casa y de entregarse a la inercia de las ansiedades.
"Si la mano no cambiaba y yo seguía sin jugar, no me quedaba otra que buscar otro equipo. Eso lo tenía muy claro, yo quería jugar y estaba claro que en Central no tenía lugar", recuerda hoy el Cabezón, casi en el mismo instante que pregunta cómo terminó el partido de Newell's frente Nueva Chicago.
¡En serio que empató Newell's!, exclama jugando con una sonrisa, y redondea su interés blanqueando el final deseado: "Qué buena noticia que me diste".
A fuerza de levantar redes rivales y de activar las teclas de la paciencia, Cámpora no sólo salió indemne de ese largo período de destierro, sino que en los tres partidos que lleva jugando de titular le demostró a Russo que es el password goleador del equipo. Cuatro conquistas en tres partidos y señales evidentes de un delantero serial a la hora de definir, son un bocadito demasiado tentador como para no aprovechar este presente dulce del Cabezón.
-¿Imaginábas esto que estás viviendo un mes y medio atrás?
-No, ni siquiera lo sospechaba. No puedo negar que tenía unas ganas bárbaras de que las cosas me salieran como me están saliendo ahora, pero en ese momento andaba medio bajoneado. No jugar me estaba volviendo loco.
-¿Sentías que estabas borrado?
-No, porque más allá de que no jugaba siempre me sentí parte del plantel. Además los muchachos me lo hacían notar. Las pocas veces que tuve la chance de integrar el banco de suplentes me sentí parte del grupo.
-¿Por qué no le dijiste a Russo lo que te pasaba?
-No me gusta preguntarle al técnico esas cosas. Seguramente él no me veía bien para jugar y yo tenía que aceptarlo.
-Tal vez no querías decir nada porque estabas convencido de que en algún momento la posibilidad se iba a dar.
-Sí, puede ser. Hasta pensé que iba a jugar antes. Yo me tenía una confianza bárbara, pero veía que pasaban las fechas y la realidad era que no jugaba.
-¿Nunca te planteaste que no jugabas porque tus características no eran del gusto de Russo?
-No, porque si hubiera sido así Russo no me hubiera pedido que me quedara cuando me sumé al grupo a mediados de año en Tandil.
-Imagino que con los goles que hiciste ahora te sentís titular.
-No, para mí sería más fácil contestarte que como ahora ando derecho tengo todas las chances de ser titular. Si esto me hubiera pasado en otro equipo te contestaba que sí, pero Central es distinto. Acá se hace muy complicado hacerse un lugar. Fijate lo que me costó a mí en los últimos tiempos.
-¿Podés asegurarle al hincha de Central que hoy ni se te cruza la idea de irte?
-Sí, ahora que empecé a hacer goles ni loco me voy de Central. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Cámpora es el arma letal del equipo de Russo. | | |