| lunes, 08 de diciembre de 2003 | Salvas en recibimiento Poco después de conocido el nacimiento de la hija de Máxima y Guillermo, se escucharon en La Haya 101 salvas en recibimiento del nuevo miembro de la familia real holandesa. Además tañeron las campanas de las iglesias y muchos automovilistas tocaron las bocinas de sus coches. También se dispararon salvas en la ciudad holandesa Den Helder y en Curaçao y Aruba, en las Antillas Holandesas.
El anuncio del embarazo de Máxima se realizó a mediados de junio y ya había sido un buen motivo de festejo para Holanda. Es que Máxima no sólo está en el corazón de Guillermo sino también en la cabeza de muchos.
Su nombre circula por los lugares más disparatados, como en la creación de platos de comidas. Ya en 1999, una batalla legal sacudió a Holanda: varias marcas dedicadas a la venta de artículos de lujo se disputaban la propiedad intelectual del nombre Máxima. En octubre del 99 una veintena de fabricantes europeos libraron batallas por derechos de comercialización del nombre-marca. Todos buscaron acceder al beneficio del nombre: desde adelgazantes naturales hasta bebidas o perfumes. Pero en la carrera de negocios tomó la delantera, Rob Muller, empresario de artículos suntuosos y avezado lector: el 27 de agosto de 1999 anotó el nombre en el codiciado registro Benelux, apenas el noviazgo real fue anunciado. enviar nota por e-mail | | |