| domingo, 07 de diciembre de 2003 | "Por momentos me quebraba" El Beto reconoció que no fue una jornada para nada sencilla La carga emotiva que rodeó al encuentro y la presión para marcar el gol 300 en su trayectoria determinó que el Beto Acosta no viviera una jornada sencilla.
El mismo protagonista de la noche del Bajo Flores lo reconoció en la conferencia de prensa postpartido, en la que se dio el gusto de recibir el reconocimiento de los periodistas.Algo poco frecuente en el ambiente
"Es raro que te aplaudan los periodistas", dijo Acosta, cuando ya todo era historia.
"La verdad es que viví una semana muy especial, por lo emotiva. Y en el partido se vio que, por momentos, disfrutaba y por otros, me quebraba", resumió el goleador.
Acosta le puso el broche final a su dilatada trayectoria de 18 años con el gol 300. Pero que para el delantero no fue una conquista más.
"Cuando estaba frente a la pelota en el penal, no sabía qué hacer. Me temblaba todo. No sabía si pegarle fuerte o cruzarla. La agarré mordida y por suerte cuando ví que (Sebastián) Peratta se iba para el otro lado empecé a suspirar", resumió el delantero.
"Además, mi hijo Maikel estaba detrás del arco y parecía que con la mirada me decía: «Papá, no lo podés fallar». Y eso me trasladaba más presión", contó.
Y entonces llegó la hora del agradecimiento para todos los que concurrieron a su fiesta: "Le quiero dar las gracias a toda la gente de San Lorenzo, a sus dirigentes que permitieron que me retire en este marco, a la gente que se portó brillante y a mis compañeros y el cuerpo técnico, especialmente".
Y precisamente contó un detalle respecto de la emocionada despedida que, a través de una publicación, sus propios compañeros le tributaron con mensajes de apoyo y reconocimiento.
"Mis compañeros se pasaron. Cuando esta mañana leí un diario que no tendría que haber leído, las palabras de aliento me pusieron, paradójicamente, triste y melancólico", manifestó.
Por otra parte, y a los 37 años, Acosta no se considera "ejemplo para nadie. Pero sé que si los chicos ven lo que hice a mi edad, piensan: «¡Cómo nosotros con 20 años no vamos a intentarlo!», confesó.
A la hora de autodefinirse, el ex atacante prefirió calificarse como "un batallador o un guerrero que nunca dio por perdido nada, ni dentro ni fuera de la cancha. Porque nunca nadie me regaló nada". Y en el análisis de lo que le faltó a su trayectoria, Acosta apuntó que "solamente me quedé con la espina de jugar un Mundial. Pero no tengo rencor con nadie, que eso quede claro", expresó. (Télam)
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