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 domingo, 07 de diciembre de 2003

Argentino: Un triunfo y nada más

Elbio Evangeliste / Ovación

Por estas horas Argentino está tratando de sumar puntos para la tabla general que servirá para ubicar a los seis u ocho mejores equipos en la liguilla por la chance del segundo ascenso, ya que la apuesta fuerte será apuntar al título en el Clausura que comienza el martes 23 (ver aparte) para definir el único ascenso directo ante Barracas Central. De no haber sido así, si el albo hubiese estado peleando palmo a palmo por la consagración, las aisladas muestras de fastidio de ayer por ciertas distracciones hubieran rozado el nerviosismo extremo. Porque el 1 a 0 ante Ituzaingó fue claro, de eso no quedaron dudas, pero el rendimiento dejó mucho que desear.

Aún cuando nadie lo esperaba. Porque el zapatazo de Chacón que se clavó en el ángulo de Lazarte cuando apenas iban 7 minutos hizo ilusionar a más de uno con una tarde del goles y buen fútbol. Lo primero estuvo cerca por las situaciones que se crearon, pero lo demás distó mucho del anhelo colectivo.

Después del gol, el partido cayó en la intrascendencia -mucho influyó el calor-, sobre todo por el rendimiento de Argentino. Pese a ello el equipo contó con dos chances claras (una de Chacón que se fue cerca y otra de Martínez que dio en el travesaño), pero la falta de puntería lo privó del grito sagrado. Mientras, Ituzaingó hacía lo que podía. Alvarez lo tuvo cara a cara con Andrada, pero el arquero salaíto resolvió de manera correcta enviando la pelota al córner.

Muy poquito de parte de los dos equipos. Casi un calco de lo que exhibieron tras el descanso. La sutileza de Vázquez desde el borde del área cuando despertaba el segundo tiempo, que pegó en el travesaño, pudo renovar las expectativas, pero esa tampoco fue. Y como Martínez y Chacón seguían imprecisos, Rubio como ido del partido y Villarreal jugando un cotejo aparte contra sus propios errores, todo se hacía más difícil. Sí fue para destacar el desempeño de los hombres del fondo, especialmente la solvencia de Bauza -la figura de la tarde-, a la hora de abortar cualquier intento de aproximación del discreto Ituzaingó.

Alcanzó para el principal objetivo. Sólo para eso. El fútbol que imagina Pablo Marini se pegó el gran faltazo por el Olaeta y será cuestión de encontrarlo en lo inmediato. Igualmente este equipo, que a una fecha del final está segundo solo, tiene bien ganado el reconocimiento que los hinchas le tributaron en el final. La última presentación servirá sólo para cumplir. A partir de allí sí habrá que recuperar la memoria y apuntar todos los cañones a las dos primeras fechas del Clausura que comienza en apenas 10 días.

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