Rugby: Rosario, mal en el seven

Rosario perdió en el inicio de la Copa de Plata

Pablo F. Mihal / La Capital

El sueño de Rosario terminó bien pronto en la XXI edición del Seven de la República que se está disputando, como es habitual, en la sede El Plumazo del club Estudiantes, en la ciudad entrerriana de Paraná.

Con una victoria y dos derrotas en su haber, los rosarinos cerraron la primera jornada con más sombras que luces. Fueron de mayor a menor y terminaron quedándose con las manos vacías.

En el primer partido contra La Rioja, Rosario había tenido un arranque prometedor, ya que por ser el encuentro inicial era fundamental ganarlo. El 29 a 0 ante un rival muy pobre había dejado sin embargo algunos indicios y también su marca. En ese cotejo se quedó sin Leandro Bouza que era quien organizaba todo el equipo del Ñandú. Y eso lo sintió en las dos restantes presentaciones que tuvieron lugar en la tarde de ayer.

Con Santa Fe se sabía que el partido iba a ser complicado. Las fallas en la marca fueron el punto más saliente en el concierto de errores de los rosarinos que tuvieron una reacción que no alcanzó. La toma de decisiones equivocadas y la falta de tackle fueron determinantes. El 21 a 14 favorable a Santa Fe quizás premió demasiado al conjunto de la capital de la provincia que en el juego solamente supo aprovechar dos errores de salida, capitalizándolos en su cuenta y sacándole una diferencia que a la postre resultó irreversible.

Más alla de la derrota, Rosario clasificó segundo en la zona 8 y tenía chances de pelear por la Copa de Plata.


El sueño terminó
Rosario se encontró con Salta (el último campeón), que también intentaba enderezar el camino ya que se había quedado sin el oro, buscando un lugar en las semifinales de la Copa de Plata. Y los errores, que en principio fueron desnudados por los riojanos y remarcados por los santafesinos, fueron mucho más evidentes ante un rival superior como lo fue Salta, que ganó por un claro 40 a 5.

Desde el comienzo mismo del partido los norteños manejaron los hilos y terminaron quebrando a un Rosario sin alma y vapuleándolo sin piedad, aprovechando al máximo cada oportunidad que tuvieron.

El seleccionado de Rosario había llegado al Seven con una ilusión muy grande. Pero pasó silbando bajito y cerró el balance sin pena ni gloria. Bajó el telón de una temporada extenuante antes de lo previsto.

Rosario sólo le ganó a La Rioja.