| domingo, 07 de diciembre de 2003 | Uruguay vota sobre el petróleo, en un test decisivo para el gobierno de Batlle Ganaría la izquierda y perderían los partidos tradicionales. Se decide el monopolio estatal de combustibles Montevideo. - Los uruguayos acuden hoy a las urnas para pronunciarse sobre la apertura al capital privado de la petrolera estatal y la eliminación de su monopolio, en un referendo que, según las encuestas, se perfila como un voto de castigo al gobierno del presidente Jorge Batlle y un examen preliminar de las fuerzas políticas de cara a las elecciones presidenciales de octubre de 2004.
El "Sí" a la derogación de la ley aprobada el año pasado obtendría entre un 52% y un 57% de apoyo, según las encuestadoras Factum, Interconsult y Doxa, mientras que el "No" y el voto en blanco, juntos, lograrían entre 43% y 44% de sufragios.
u La norma elimina el monopolio de la petrolera Ancap para la importación y refinación de crudo, y autoriza a la empresa a buscar un socio privado, aunque reteniendo la mayoría de las acciones.Uruguay carece de petróleo, depende 100% de las importaciones, y los precios de sus combustibles son los más caros de la región.El recurso contra la ley fue promovido por la coalición centroizquierdista Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA) y el Nuevo Espacio y los 2,4 millones empadronados para votar están obligados a pronunciarse.
u Para derogar la ley, el Sí precisa acumular más del 50% de los votos válidos que se emitan en las 6.650 mesas electorales instaladas en todo el país y que funcionarán entre las 8 y las 19,30."El voto por Sí apela a un voto castigo contra el gobierno; esta situación genera que buena parte de la ciudadanía decida sobre aspectos que en la mayoría de los casos no hacen a la propia ley", estimó el analista Juan Carlos Doyenart, director de la consultora Interconsult.
u El líder frentista Tabaré Vázquez, favorito para ganar las presidenciales del año próximo, confirmó esa concepción."Una asociación de Ancap requiere por parte del gobierno de turno sólidos consensos y apoyos políticos y sociales, requiere coherencia, credibilidad, rumbo cierto y objetivos concretos. Lamentablemente, tales condiciones no están dadas", sostuvo. Esta es el argumento elegido por el centroizquierdista Vázquez para dar a entender que no está en contra de la reforma en sí misma, sino a que se cumpla bajo el actual gobierno. Pero muchos integrantes de su fuerza, así como las centrales sindicales que la apoyan, rechazan cualquier cambio en el status quo de Ancap o de cualquier otra entidad estatal.
u Los defensores de la ley, entre ellos los ex presidentes Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle, sostienen que el monopolio caerá de hecho cuando en 2006 entre a regir la libre circulación de bienes y servicios entre los países del Mercosur.Asimismo, coinciden en que el Estado uruguayo no está en condiciones de solventar la modernización de la refinería de Ancap a fin de que pueda producir combustible a precios más bajos y competitivos.
u Pero más allá del debate sobre la ley, el referendo de hoy será sin dudas, el punto de largada para la elección de 2004.Oscar Bottinelli, director de la encuestadora Factum, lo comparó con "el primer set de cuatro de un partido de tenis (el referendo, luego las primarias, y por último las presidenciales con primera y segunda ronda electoral), o como un partido preliminar donde cada uno exhibe la fuerza y la calidad que tiene antes de empezar la competencia."Es una batalla simbólica por demostrar el estado de fuerza de cada uno de los grandes bloques", declaró.
Esos bloques presentan por un lado, a la izquierdista Nueva Mayoría, que forman el EP-FA (40% del Parlamento) y el Nuevo Espacio (2%), y por otro lado los partidos tradicionales Colorado (oficialista, 33% de la fuerza parlamentaria) y Nacional o Blanco (22%), ambos de centroderecha.El Partido Independiente (3%, centro), en medio de ambos bloques, se alineó en esta oportunidad con los partidos tradicionales.
Si como se prevé gana la izquierda, el resultado "consolidaría lo que marcan los estados de opinión pública como una fuerte pérdida de convocatoria y credibilidad de los partidos tradicionales y de alta inconformidad con los gobiernos, a quienes consideran responsables por la situación económica", estimó Botinelli. Colorados y blancos gobiernan en Uruguay desde el retorno a la democracia en 1985. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Battle está muy golpeado por la crisis económica. | | |